miércoles, 22 de julio de 2015

Adiós para siempre Código Civil!



Con unos amigos/as organizamos la fiesta de despedida final del Código Civil de Vélez Sarsfield después de 144 años. La venganza será terrible. Es el sábado a partir de las 22 hs en Verne Club en Av. Medrano 1457 (Palermo). 




Están todos/as invitados. Eso sí es con cupo limitado.  Si nos organizamos, festejamos todos/as. 
Escribir a: clubkelsen@gmail.com 

Sí, la palabra Fiesta y Código Civil están en una misma oración.
Invitadas/os están! Las/os veo ahí! Salud!
Hasta la vista, Vélez!

jueves, 16 de julio de 2015

La sociedad como protagonista del cambio social y legal


Se están celebrando cinco años de la sanción de la ley de Matrimonio Igualitario en un contexto donde resalta la reciente decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos que lo declaró constitucional en sus cincuenta Estados.

Me parece oportuno comentar los contrastes entre un proceso que termina en un fallo y un proceso que termina en una ley como en el caso argentino. 

Las resistencias de varios Estados de los EEUU en la implementación de la decisión nunca serán analizadas y quizás ni sean mediatizadas. Ni la forma en que su conservadora Corte Suprema también capitalizó una decisión que viene a ocultar innumerables decisiones indefendibles dictadas en los últimos años en las áreas más diversas y sensibles (mujeres, corporaciones, libertad religiosa, libertades personales, etc). 

En definitiva: Una Corte conservadora ejerce un poco de populismo liberal y/o progresista. Nada nuevo.

la fiesta de los derechos se construye en la calle - NY 2012

Más allá de la multiplicidad de voces en el movimiento LGBT, me interesa analizar, resaltar, el uso de la movilización social y del debate político, mediático y social, como herramienta de cambio social, de transformación política, por fuera de los recurrentes aplausos a los tribunales.

La publicamos en La Izquierda Diario acá y la transcribimos a continuación. Seguimos y salud!

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Matrimonio igualitario: “La comunidad LGBT y la sociedad fueron protagonistas del cambio social”

Ayer se cumplieron cinco años de la ley de matrimonio igualitario sancionada por el Congreso de la Nación. Esa conquista legal se logró en un proceso ascendente de construcción democrática de derechos individuales y colectivos, derechos de autodefinirse y autodeterminarse, un derecho que reconoce amor e igualdad, respeto y comunidad.

La sociedad en 2010 repasó, en un debate colectivo, años de lucha de la compleja y diversa comunidad LGBT con toda la sociedad, sus grupos más abiertos y sus instituciones más oscuras y cerradas.

Ese diálogo, esa fricción, esa lucha de décadas es la que se sintetizó en un “momento democrático”, en un cambio social reflejado en la ley. Fue una puerta que se abrió desde afuera, desde la sociedad, un cambio cultural que forzó al sistema institucional a escuchar, a cambiar.

Recientemente, en el mundo se festejó, y con razón, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de reconocer la constitucionalidad del matrimonio igualitario en sus cincuenta estados. Sin embargo, las Cortes Supremas tienen un rol dual ante los movimientos sociales, de la sociedad organizada y sus agendas de luchas por más y mejores derechos, especialmente ante aquellos que amenazan el status quo religioso, social, económico y simbólico.

Las Cortes pueden colaborar en el reconocimiento judicial de un derecho. Sin duda. Pueden colaborar en el relato social y mediático del derecho, pero no construir un derecho. Los pueblos construyen sus derechos: las mujeres, los trabajadores, los obreros, todo grupo organizado construye los derechos. No las instituciones.

Las Cortes han demostrado una ineficacia estructural en cambiar políticas públicas, en frenar violaciones sistemáticas, evidenciando complicidad e hipocresía. Casos como el “Riachuelo”, “Verbitsky” (cárceles), Badaro (jubilados), “FAL” (aborto), entre tantos otros a nivel nacional e internacional, lo demuestran.

Las Cortes mayormente son obstáculos al cambio social porque, además de abandonar los procesos de implementación de sus propias sentencias, después de usar a los colectivos que luchan, y que están atrás de las causas y de los expedientes; lo que hacen es ocultar el entramado social que impulsa el cambio, castrar al actor, capitalizar su lucha. La acción social se congela en una “sentencia”. La Corte capitaliza la decisión, se autorreferencia como protagonista y obstaculiza la herramienta social de conquista de derechos: la acción colectiva transversal y social de construir un derecho desde la política democrática.

La Corte capitaliza para sí, como un órgano político, lo que son años de luchas y construcción ascendente. Mientras otros pusieron el cuerpo, la Corte pone la “cara institucional”. Se la aplaude y se la elogia, obsecuentemente, con los bufones de la Corte. Transforma la práctica social en un fallo olvidado, en un fallo sin política, sin implementación. Hermosas palabras sin política.

Si la Corte hubiese dictado su decisión en el fallo “Rachid”, habría tapado el proceso político y social, democrático y de lucha que hubo en 2010. Su palabra hubiese censurado la lucha colectiva. “La Corte” lo dijo. En contraste, su silencio -producto de la prudencia, del miedo o de la autorrestricción democrática- aumentó la visibilidad del actor dinámico, del protagonista: la sociedad conquistando la igualdad, expendiendo derechos.

Festejar la ley, en este caso, es festejar una conquista de una acción democrática. La Corte no tiene autoridad democrática para decirle nada a la sociedad. No la tuvo cuando dictó el horrible fallo “CHA”, entre tantos otros. Fue obstáculo de un cambio, otra vez.

Hoy sabemos que cuando las prácticas culturales de una sociedad conquistan un derecho, esta acción construye una libertad y una igualdad que se inscriben en la constitución genética de la cultura del pueblo, en su corazón democrático e igualitario. Se conquistó un derecho, se visibilizó una herramienta para conquistar más y mejores derechos.

lunes, 13 de julio de 2015

La igualdad en tres actos de Horacio Quiroga


"Hubo un tiempo que fue hermoso y fui libre de verdad" y conocía a casi todos los puesteros de Parque Centenario. Podía nombrarlos con nombre y equipo de fútbol, manía social o rubro en el que se especializaba. Usados, escolares, nuevos a precios de amigo, vanguardista con mercado libre, exceso de corín tellados, bibliotecas privadas, incunables, revistas, últimas novedades, impresiones dudosas, peronista combativo, macrista vergonzante, alfonsinista nostálgico, trostkista desencantado, que no aceptan contraoferta, que no hacen rebaja y así hasta terminar en cierta enciclopedia china.

Rechazo la idea que todo tiempo pasado fue mejor. Salvo cuando veo los precios de los libros. Especialmente, en estos oasis editoriales que tiene la hermosa ciudad de Buenos Aires.

El sábado pasado me animé a ir a visitar esos viejos espíritus amigas/os. Uno no puede tentarse por esos paraísos de la perdición bibliófila.

los ojos de hija y la sombras del padre - San Telmo 2013

Entonces, como siempre me pasa en esos lugares, compré un libro de cuentos escogidos de Horacio Quiroga, en el que encontré este lindo cuento. Lo comparto. Seguimos y salud!

La igualdad en tres actos

      La regente abrió la puerta de clase y entró con una nueva alumna. 
      -Señorita Amalia -dijo en voz baja a la profesora-. Una nueva alumna. Viene de la escuela trece... No parece muy despierta.

     La chica quedó de pie, cortada. Era una criatura flaca, de orejas lívidas y grandes ojos anémicos. Muy pobre, desde luego, condición que el su-no aseo no hacía sino resaltar. La profesora, tras una rápida ojeada a la roa, se dirigió a la nueva alumna.

    -Muy bien, señorita, tome asiento allí... Perfectamente. Bueno, señoritas, ¿dónde estábamos?
    -¡Yo, señorita! ¡El respeto a nuestros semejantes! Debemos...
    -¡Un momento! A ver, usted misma, señorita Palomero: ¿sabría usted decirnos por qué debemos respetar a nuestros semejantes?
  
     La pequeña, de nuevo cortada hasta el ardor en los ojos, quedó inmóvil mirando insistentemente a la profesora.
      -¡Veamos, señorita! Usted sabe, ¿no es verdad?
      -S-sí, señorita.
     -¿Veamos, entonces?

   Pero las orejas y mejillas de la nueva alumna estaban de tal modo encendidas que los ojos se le llenaron de lágrimas.

     -Bien, bien... Tome asiento -sonrió la profesora-. Esta niña responderá por usted.
     -¡Porque todos somos iguales, señorita!
     -¡Eso es! ¡Porque todos somos iguales! A todos debemos respetar, a los ricos y a los pobres, a los encumbrados y a los humildes. Desde el ministro hasta el carbonero, a todos debemos respeto. Esto es lo que quería usted decir, ¿verdad, señorita Palomero?
       -S-sí, señorita...

     La clase concluyó, felizmente. En las subsiguientes la profesora pudo convencerse de que su nueva alumna era muchísimo más inteligente de lo que había supuesto. Pero ésta volvía triste a su casa. A pesar de la igualdad recomendada en clase recordaba bien el aire general de sorpresa ante sus gruesos y opacos botines de varón. No dudaba de que en los puntos extremos del respeto preconizado con tal fervor, ella ocupaba el último. Su padre era carbonero. Y volvía así la frase causante de su abatido desaliento. Desde el ministro hasta el carbonero, a todos debemos respeto. La criatura era precoz y el distingo de ese hasta fue íntimamente comprendido. Es decir que no existía ni remotamente tal igualdad, pero siendo el ministro de Instrucción Pública la más respetable persona, nuestra tolerancia debía llegar por suprema compasión a admitir como igual hasta a un carbonero. Claro está, la criatura no analizaba la frase, pero en sus burdas medias suelas sentía el límite intraspasable en que ella debía detenerse en esa igualdad.
     
     -Hasta papá es digno de respeto -se repetía la chica.
     Y cuanto había en ella de ternura por su padre y respeto por su instrucción, se deshizo en lágrimas al estar con él. Contó todo.
     -¡No es nada, Julita! -sonrióse el padre-. ¿Pero de veras dijo hasta el carbonero?
     -¡Sí, papá!
     -¡Perfecto! Para ser en una escuela normal... Dime, ¿tú sabes en qué consiste esa igualdad de todos los hombres que enseñaba tu profesora? Pues bien, pregúntaselo a ella en la primera ocasión. Quisiera saber qué dice.
     La ocasión llegó al mes siguiente.
     -...porque todos somos iguales, tanto el rico como el pobre, el poderoso como el humilde.
     -¡Señorita!... Una cosa; yo no sé... ¿En qué somos iguales todos?
     La profesora quedó mirándola muy sorprendida de tal ignorancia, bien que la aprovechara ella misma para buscar a todo trance una respuesta que no halló en seguida.
     -¡Pero, señorita! -prorrumpió--. ¿En qué está usted pensando? ¿Quiere que hagamos venir una niña de primer grado para que le enseñe eso? ¿Qué dicen ustedes, señoritas?
     Las chicas, solicitadas así por la profesora, se rieron grandemente de su compañera.
     -¡Hum! -murmuró luego el padre al enterarse-. Ya me parecía que la respuesta iba a ser más o menos ésa.
    
     La pequeña, desorientada ya y dolorida, lo miró con honda desconfianza.
      -¿Y en qué somos iguales, papá?
     -¿En qué, mi hija?... Allá te habrán respondido que por ser todos hijos de Adán, o iguales ante la ley o las urnas, qué sé yo... Cuando seas más grande te diré más.
     En el repaso de octubre, el respeto a nuestros semejantes surgió otra vez y la profesora pareció recordar de nuevo la pregunta aquella, manteniendo un instante el dedo en el aire.
      Ahora que recuerdo... ¿No fue usted, señorita Palomero, la que ignoraba en qué somos iguales?
     La chica, en los meses anteriores, había aprendido el famoso apotegma; y siendo, como es, terrible la sugestión inquisitoria de tales dogmas en las escuelas, estaba convencida de él. Pero ante el cariño y respeto a la mentalidad de su padre, creyó su deber sacrificarse.
      -No, señorita..
     Julia salió de clase llorando sin consuelo. Días después la escuela entera se agitaba para celebrar el jubileo de su directora. Habría fiesta, y las pequeñas futuras maestras fueron exhortadas a llevar un ramo de flores, uno de los cuales sería ofrecido a la directora gloriosa. Y, desde luego, invitación a la familia de las alumnas.
     Al día siguiente la subregente repartió las tarjetas entre las escolares para que las llevaran a sus padres. Pero Julia esperó en vano la suya; sólo habían alcanzado a las alumnas bien vestidas.
     -Hum... -dijo el carbonero-. Esto es hijo de aquello... ¿Quieres llevar el mejor ramo que haya ese día?

     La pequeña, roja de vanidad, se restregaba contra los muslos de su padre.
    De este modo no cupo en sí cuando todas sus condiscípulas dirigieron una mirada de envidia a su ramo. Era sin duda ninguna el más hermoso de cuantos había allí. Y ante el pensamiento de su ramo, de que ella entre todas sus brillantes compañeras lo ofrecería a la directora, temblaba de loca emoción.
    Pero al llegar el momento del obsequio, la profesora de su grado, después de acariciarla, tomó el ramo de sus manos y lo colocó entre las de la hija del ministro de Instrucción Pública condiscípula suya. Esta entre frenéticos aplausos lo ofreció a la directora enternecida.

     El carbonero perdió esta vez la calma.
   -Llora, pequeña, llora: eso tenía que pasar; era inevitable. ¿Pero quieres que te diga ahora? -exclamó haciendo saltar la mesa de un violento puñetazo-. ¡Es que nadie, ¿oyes? nadie, desde tu directora a la última ayudante, nadie cree una palabra de toda esa igualdad que gritan todo el día! ¿Quieres más pruebas de las que has tenido?... Pero tú eres una criatura aún... Cuando seas maestra y enseñes esas cosas a tus alumnas acuérdate de tu ramo y me comprenderás entonces.

     -Sí -me decía sonriendo al recuerdo la actual profesora normal-, mucho me costó olvidar la herida aquella. Y, sin embargo, papá no tenía razón. Cuando se posee una instrucción muy superior a la del medio en que se vive, la razón se ofusca y no se aprecian bien las distancias... ¡Pobre papá! Era muy inteligente. Pero mis alumnos saben muy bien, porque no me canso de repetírselo, que desde el ministro hasta el zapatero, todos somos iguales..."

viernes, 10 de julio de 2015

Beca: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales Madrid


las raíces del horizonte - Mendoza 2013

Nos llegó hace unos días a través de Claudio G. estas convocatorias del clásico Centro de Estudios Políticos y Constitucionales de Madrid y difundimos antes de partir para el sur. 

Salud!

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El Centro de Estudios Políticos y Constitucionales ha convocado AYUDAS ECONÓMICAS para realizar el Máster Oficial en Derecho Constitucional 2015-2016.

El plazo de presentación de las ayudas terminará el 15 de julio de 2015 a las 14:00 horas de Madrid.

Más información:
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-Resolución convocatoria ayudas BOE: 


-Programa Oficial Máster: 


miércoles, 8 de julio de 2015

El ballotage porteño es una obligación constitucional - Perfil


más juegos de reflejos y sombras - Imperia 2014
Publicamos esta nota sobre la segunda vuelta porteña y la posibilidad de bajarse de los candidatos. Salió en Perfil, acá. Nuestra opinión es que no hay un derecho (individual /personal) a renunciar a un ballotage, salvo excepciones justificadas. 

No es una cuestión de decisión personal y la autoridad electoral no debe aceptar este tipo de renuncia a un ballotage.

Salirse de la competencia electoral es violar las reglas del juego democrático. Tanto perder como una estrategia electoral ajena/extraterritorial no es razón suficiente para no realizar la segunda vuelta.

Transcribimos, seguimos y salud!

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El ballotage porteño es una obligación constitucional 

Lucas Arrimada (*) 

| Los resultados de la última elección en la Ciudad de Buenos Aires abrieron conjeturas sobre la posibilidad de evitar una segunda vuelta |

Más allá de las especulaciones, conjeturas y presiones presentarse en la segunda vuelta es una obligación constitucional. Esto es así tanto en el marco de la Constitución Nacional como, puntualmente, en el caso de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires (Art. 96).

No presentarse en el ballotage es ilegal e ilegítimo. Cualquiera sean las/os candidatos, la elección y el contexto, eso sería incumplir con la Constitución de la Ciudad y quitarle la posibilidad a la sociedad de elegir y de construir un gobierno con amplia legitimidad democrática.

Las presiones y conjeturas de cúpula van en contra de la Constitución de la Ciudad que regula la democracia porteña y su proceso electoral. La sociedad es la que debe expresar la voluntad popular, no las conveniencias ajenas a los vecinos de la Ciudad.

Antecedentes problemáticos y antidemocráticos.  Hay un par de contraejemplos gráficos: Méxem y Cavallo. Por un lado, en la elección presidencial de 2003 el triunfador de la primera vuelta, el Dr. Carlos S. Méxem decidió no presentarse en segunda vuelta alegando “posible fraude” y otras nunca probadas excusas. Por otro lado, lo mismo hizo Cavallo contra Ibarra en la Ciudad de Buenos Aires en el año 2000. Los relatos históricos atribuyen esas decisiones más al miedo a una derrota de dimensiones extremas que a posibles fraudes.

Ambas renuncias fueron inconstitucionales. Configuran un abuso ilegal y una falta de respeto republicana (en un contexto de debilidad institucional  en 2003). Se puede renunciar cuando hay razones de peso, no estrategias personales y miedo a la derrota.

En el caso de la elección presidencial del 2003, ciertos análisis sugieren, que el gran ganador de la primera vuelta (Méxem) quería evitar una derrota de magnitudes siderales y al mismo tiempo condicionar que el próximo gobierno (Kirchner) estuviese lo suficientemente debilitado para especular una nueva interrupción del gobierno democrático, en cercanías temporales a los famosos “5 presidentes en una semana” (sic) y a que el propio presidente provisional, el Dr. Duhalde, haya adelantado las elecciones por un contexto de gobierno inestable y crítico.

Conclusión: Todas las razones constitucionales, republicanas e históricas reafirman lo que ya sabemos de la democracia como forma de vida: Son las vecinas y vecinos porteños los que siempre deben tener la última palabra, en este caso, en la segunda vuelta.

(*) Lucas Arrimada es Profesor de “Derecho Constitucional” y “Estudios Críticos del Derecho” en la Facultad de Derecho, UBA.

viernes, 3 de julio de 2015

Estudios Críticos del Derecho (872): Versión 2015! Segundo Cuatrimestre!


que los expedientes no tapen tus horizontes - Buenos Aires 2014
Para el próximo cuatrimestre estamos ofreciendo una versión refinada y mejorada de nuestro clásico curso  Estudios Críticos del Derecho con su código, el mágico número 872. En el horario de siempre, los Lunes/Jueves de 20:00 a 21:30 hs en algún aula con mística azarosa de la Facultad.

Algunas ideas nuevas para ser incorporadas al programa (veremos qué tópicos del viejo programa jubilaremos y cuál mantenemos):

1. La banalidad del mal en las instituciones judiciales: Hannah Arendt. Seguramente incorporaremos la pelícual de Von Trotta.
2. El derecho como obstáculo al cambio social: Novoa Monreal y la práctica legal.
3. Reformas constitucionales y la política de la excepción: Jorge Dotti y Fernando Atria.
4. El derecho como rehén de las corporaciones: Abogados, jueces y políticos en cuestión (Marc Galanter).
5. ¿Derechos para todos?: Medios, derechos y educación legal popular (Varios autores).
6. Justicia vs. Poder Judicial: La jurisprudencia del miedo y la vergüenza (Varios autores).

Estos puntos se incorporan a esta listas de temas y autores que intercalamos en sus anteriores versiones:

1. Introducción: Teoría crítica en la educación y prácticas legales ¿Para qué?
2. Wittgenstein: Lenguaje y derecho.
3. Escuela de Frankfurt, Ciencias Sociales y Derecho.
3.1. Adorno/Horkheimer: Teoría cultura, crítica social y derecho.
3.2. Benjamin: Poder Constituyente, violencia y derecho. (Robert Cover).
4. Schmitt: Decisionismo, derecho y distinción "amigo/enemigo".
5. Habermas: Acción comunicativa y teoría democrática del Estado y Derecho.
6. Simone Weil: Acción directa, compromiso y derecho.
7. Michel Foucault: Biopolítica y derecho.
8. Feminismo y derecho: De Simone de Beauvoir -pasando por Andrea Dworkin- a Catharine MacKinnon. 
8.1. Estudios de género y transgénero (Judith Butler).
9. Critical Legal Studies acá y allá: Pasado, presente y futuro.
10. Epistemologías críticas: ¿Una escuela analítica crítica? Puentes y abismos.
10.1. Enrique Marí: Espistemología, ficción y derecho.
10.2. Carlos Nino: Derecho, moral y política.
11. Teoría crítica en el movimiento "Law and Society".
12. Teoría y praxis en Derecho: Discursos democráticos y prácticas elitistas.
13. Literatura y Derecho: Kafka, Melville, Juan Filloy, Alejandra Pizarnik, Lewis Carroll.
14. Cine y Derecho: El Padrino, Star Wars, House of Cards, Law and Order, Frederick Wiseman, Raymundo Gleyzer.
15. Epílogo: Los límites de la crítica a la crítica crítica: Crítica y autoengaño.

Todo esto seguramente lo hagamos con mucho Cine, mucha actualidad, muchas declaraciones polémicas y muchos invitados!

Sabemos que cada autor (falta Marx, falta Nietzsche, faltan miles, lo sé) merece un curso entero o años de estudio, pero la idea del curso es hacer una introducción, seria pero introducción al fin, a sus ideas. Hay puntos de este listado que convergen en clases y bolillas, que están condensadas en discusiones de los textos, aunque en algunos casos trabajaremos con los textos representativos de los autores directamente.

Se agradece difundir a los interesadxs!

Gracias y salud!

jueves, 2 de julio de 2015

Política judicial y conflicto


Felicitaciones a Irina Hauser que escribió esta muy buena nota sobre la vida íntima de la Corte en la revista Anfibia, acá. Rituales, tensiones, conflictos, personalidades en el "Game of Courts" o en el "House of Expedientes" de la política judicial vernácula. Recomendamos!


Salón de Acuerdos - Revista Anfibia 2015
 Salió con aportes sustantivos de Gustavo Arballo y algún comentario menor de vuestro servidor. 
Felicitaciones quedó muy interesante! Salud!