jueves, 16 de abril de 2015

Eduardo Galeano y la Constitución de Ecuador: La naturaleza no es muda


Como todos saben, hace unos días falleció el gran escritor uruguayo Eduardo Galeano. Muchos recordaremos sus libros como parte de nuestra adolescencia/juventud, como libros que nos vieron crecer y que después de un tiempo, aunque distantes, aunque nosotros también distintos, todavía nos merecen un especial cariño. Uno de esos libros, quizás el que más disfruté, fue "El Fútbol: A sol y sombras", poco conocido y, hasta hace poco, también difícil de conseguir. Lo recomendamos, obviamente, más allá de los clásicos y del especial "El libro de los abrazos" quizás uno de sus mejores libros. Ahora, dentro del rubro anécdotas legales/constitucionales, una que recordé obligadamente esta semana fue la que se vincula con esta nota/artículo, posteriormente publicada en Página 12, acá, escrita por Don Galeano en el trayecto final de la Convención Constituyente de Montecristi en Ecuador. Muchos afirman que fue tuvo un fuerte impacto y su lectura en la convención fue un momento muy especial que le confirió un impulso determinante a la Convención.

Es una anécdota que  debo, seguramente, a Marcos N.A, Juan M. o a Alonso F. en alguna de mis visitas a Quito. Queda en el tintero comprobar y comentar otras anécdotas que le dan un protagonimo a otro gran escritor en otro proceso constituyente de lo que podríamos llamar nuevo constitucionalismo latinoamericano. Por todo eso, se agradece y cumplimos con el deber de transmitirla y difundirla.

el diálogo entre los horizontes y la naturaleza - Quito 2014
La transcribimos. Salud!!

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La naturaleza no es muda

Por Eduardo Galeano

El mundo pinta naturalezas muertas, sucumben los bosques naturales, se derriten los polos, el aire se hace irrespirable y el agua intomable, se plastifican las flores y la comida, y el cielo y la tierra se vuelven locos de remate.

Y mientras todo esto ocurre, un país latinoamericano, Ecuador, está discutiendo una nueva Constitución. Y en esa Constitución se abre la posibilidad de reconocer, por primera vez en la historia universal, los derechos de la naturaleza.

La naturaleza tiene mucho que decir, y ya va siendo hora de que nosotros, sus hijos, no sigamos haciéndonos los sordos. Y quizás hasta Dios escuche la llamada que suena desde este país andino, y agregue el undécimo mandamiento que se le había olvidado en las instrucciones que nos dio desde el monte Sinaí: “Amarás a la naturaleza, de la que formas parte”.

- Un objeto que quiere ser sujeto

Durante miles de años, casi toda la gente tuvo el derecho de no tener derechos.

En los hechos, no son pocos los que siguen sin derechos, pero al menos se reconoce, ahora, el derecho de tenerlos; y eso es bastante más que un gesto de caridad de los amos del mundo para consuelo de sus siervos.

¿Y la naturaleza? En cierto modo, se podría decir, los derechos humanos abarcan a la naturaleza, porque ella no es una tarjeta postal para ser mirada desde afuera; pero bien sabe la naturaleza que hasta las mejores leyes humanas la tratan como objeto de propiedad, y nunca como sujeto de derecho.

Reducida a mera fuente de recursos naturales y buenos negocios, ella puede ser legalmente malherida, y hasta exterminada, sin que se escuchen sus quejas y sin que las normas jurídicas impidan la impunidad de sus criminales. A lo sumo, en el mejor de los casos, son las víctimas humanas quienes pueden exigir una indemnización más o menos simbólica, y eso siempre después de que el daño se ha hecho, pero las leyes no evitan ni detienen los atentados contra la tierra, el agua o el aire.

Suena raro, ¿no? Esto de que la naturaleza tenga derechos... Una locura. ¡Como si la naturaleza fuera persona! En cambio, suena de lo más normal que las grandes empresas de los Estados Unidos disfruten de derechos humanos. En 1886, la Suprema Corte de los Estados Unidos, modelo de la justicia universal, extendió los derechos humanos a las corporaciones privadas. La ley les reconoció los mismos derechos que a las personas, derecho a la vida, a la libre expresión, a la privacidad y a todo lo demás, como si las empresas respiraran. Más de ciento veinte años han pasado y así sigue siendo. A nadie le llama la atención.

- Gritos y susurros

Nada tiene de raro, ni de anormal, el proyecto que quiere incorporar los derechos de la naturaleza a la nueva Constitución de Ecuador.

Este país ha sufrido numerosas devastaciones a lo largo de su historia. Por citar un solo ejemplo, durante más de un cuarto de siglo, hasta 1992, la empresa petrolera Texaco vomitó impunemente dieciocho mil millones de galones de veneno sobre tierras, ríos y gentes. Una vez cumplida esta obra de beneficencia en la Amazonia ecuatoriana, la empresa nacida en Texas celebró matrimonio con la Standard Oil. Para entonces, la Standard Oil de Rockefeller había pasado a llamarse Chevron y estaba dirigida por Condoleezza Rice. Después un oleoducto trasladó a Condoleezza hasta la Casa Blanca, mientras la familia Chevron-Texaco continuaba contaminando el mundo.

Pero las heridas abiertas en el cuerpo de Ecuador por la Texaco y otras empresas no son la única fuente de inspiración de esta gran novedad jurídica que se intenta llevar adelante. Además, y no es lo de menos, la reivindicación de la naturaleza forma parte de un proceso de recuperación de las más antiguas tradiciones de Ecuador y de América toda. Se propone que el Estado reconozca y garantice el derecho a mantener y regenerar los ciclos vitales naturales, y no es por casualidad que la asamblea constituyente ha empezado por identificar sus objetivos de renacimiento nacional con el ideal de vida del “sumak kausai”. Eso significa, en lengua quichua, vida armoniosa: armonía entre nosotros y armonía con la naturaleza, que nos engendra, nos alimenta y nos abriga y que tiene vida propia, y valores propios, más allá de nosotros.

Esas tradiciones siguen milagrosamente vivas, a pesar de la pesada herencia del racismo que en Ecuador, como en toda América, continúa mutilando la realidad y la memoria. Y no son sólo el patrimonio de su numerosa población indígena, que supo perpetuarlas a lo largo de cinco siglos de prohibición y desprecio. Pertenecen a todo el país, y al mundo entero, estas voces del pasado que ayudan a adivinar otro futuro posible.

Desde que la espada y la cruz desembarcaron en tierras americanas, la conquista europea castigó la adoración de la naturaleza, que era pecado de idolatría, con penas de azote, horca o fuego. La comunión entre la naturaleza y la gente, costumbre pagana, fue abolida en nombre de Dios y después en nombre de la Civilización. En toda América, y en el mundo, seguimos pagando las consecuencias de ese divorcio obligatorio.-

lunes, 13 de abril de 2015

Inconstitucionalidad por omisión en la Corte Constitucional de Colombia


El colega y amigo Hernel Perea Bonilla, nos vistia en la UBA el lunes próximo. Sin duda, podremos conversar de inconstitucionalidades, interpretación, omisiones y -especialmente- de la particular coyuntura político-institucional de la Corte Constitucional. Seguro que Hernel, tiene una interesante perspectiva sobre el tema, sobre todo para nosotros que estamos lejos y nos falta textos y contextos. Más información, acá. Bienvenido e invitados quedan! 
Salud!
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Lunes 20 de abril de 2015 a las 18.30 hs. en el Aula 19, Facultad de Derecho (UBA)

Expositor: 
Profesor Hernel Perea Bonilla 

Universidad de Santiago de Cali; Máster en Teoría y Análisis del Derecho [Univ. De París X – Nanterre]) 

Auspicia: 
Departamento de Derecho Público. 

Entrada libre y gratuita, se entregarán certificados de asistencia. Informes e inscripción: Departamento de Derecho Público I Tel.: 4809-5615 E-mail: dpublico@derecho.uba.ar

miércoles, 8 de abril de 2015

Democracia, derechos y gobierno: Lo que viene



tangos alegres y silencio de paredón  - Baires 2013
Nos invitaron a formar parte de este gran panel junto a Graciana Peñafort, Mariano Massaro y Raúl Calamante. Allí estaremos a pesar de todo, en tiempos bien complejos y si todo va bien. Sin duda, vamos a hacer un poco de sano ruido, marcar grandes acuerdos y algunos claros desacuerdos. 

Obvias y sentidas gracias por la invitación a la CTA Necochea y a la gente amiga de la Asociación de Judiciales de la Prov. de Buenos Aires. Salud! 

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El Viernes 24 de Abril se desarrollará en Necochea la I Jornada "Nuevos Derechos: debates en torno a la etapa que viene". Desde la CTA Necochea convocamos a toda la comunidad en general a esta jornada de debate a realizarse en el S.U.M. del Instituto de Formación Docente Nº 31 en Av. Jesuita Cardiel N° 2130 a las 19:30 hs. 

Se contará con la presencia de la Dra. Graciana Peñafort, miembro del equipo de redacción de la Ley de Medios de la Democracia y Directora General de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Defensa de la Nación; del Prof. Lucas Arrimada, Profesor e Investigador de la UBA y especialista en Derecho Constitucional; asimismo estará presente el Secretario Adjunto de la CTA Provincia de Buenos Aires, Raúl Calamante y el Secretario General de la AJB Quilmes y miembro de la CTA provincia de Bs. As. Mariano Massaro. Los que disertarán sobre los siguiente ejes temáticos: 

-Los Medios y la Democracia - Graciana Peñafort

-La política de la justicia - Lucas Arrimada 

 -Corporaciones Vs. Poder político - Mariano Massaro 

 -Coyuntura del Movimiento Obrero y desafíos para el futuro - Raúl Calamante 

Convoca y organiza CTA Necochea

miércoles, 1 de abril de 2015

Curso de Posgrado/Doctorado UBA: Marx y Foucault, Rajland y Benente


Recomendamos este gran curso de Doctorado que dictan Beatriz Rajland y Mauro Benente, ambos colegas que nos invitaran a sus clases de grado y posgrado a discutir ideas sobre constitucionalismo latinoamericano, democracia y teoría del derecho siempre con una predisposición al diálogo y al disenso razonable e interesante. Para no perdérselo.


De nada. Salud!