lunes, 30 de diciembre de 2013

En este fin de año... ┼ Fantomas - The Director's Cut Live - A new year revolution


brindar con el pasado olvidado - Mataderos 2013

En este fin de año, con la alegría de terminarlo, levantamos las copas, los libros y los sifones para desearles un 2014 con mucha salud, fuerza y luz, sobre todo, eléctrica!  



Y les dejamos un gran gran recital de fin de año, para que comiencen con esa energía oscura y a la vez luminosa del jazz-core, del mundo de la música experimental. Dado que el año terminó de terror en mi Buenos Aires querido, no veo mejor forma que poner un disco en vivo que homenajea las películas de terror más clásicas y sus bandas de sonido más finas e increíbles. Esta es la lista imperdible.

1. "The Godfather" - Nino Rota 2:45
2. "Der Golem" - Karl Ernst Sasse 2:38
3. "Experiment in Terror" - Henry Mancini 2:40
4. "One Step Beyond" - Harry Lubin 2:57
5. "Night of the Hunter (Remix)" - Walter Schumann 0:58
6. "Cape Fear" - Bernard Herrmann 1:49
7. "Rosemary's Baby" - Krzysztof Komeda 3:20
8. "The Devil Rides Out (Remix)" - James Bernard 1:37
9. "Spider Baby" - Ronald Stein 2:25
10. "The Omen (Ave Satani)" - Jerry Goldsmith 1:49
11. "Henry: Portrait of a Serial Killer" - Robert McNaughton 3:07
12. "Vendetta" - John Barry 2:03
13. "Untitled" 0:05
14. "Investigation of a Citizen Above Suspicion" - Ennio Morricone 4:00
15. "Twin Peaks: Fire Walk with Me" - Angelo Badalamenti 3:28
16. "Charade" - Henry Mancini

Además, un final con contrastes, un poco de oscuridad musical y un cliché con la última fotografía. Clásico mensaje naif de fin de año y avant garde metalero para renovar fuerzas.

como una fresita o como una pasa de uva - Baires 2013
A brindar! Muy feliz 2014, felicidades y salud!!

viernes, 27 de diciembre de 2013

Premio Formación Judicial 2014: Bases y plazos


Nos lo manda el amigazo Tony y le agradecemos a las corridas.


Vence el 2 de Julio de 2014. 

Las bases no están en www.cfj.gob.ar como dice el cartel del Centro de Formación Judicial porque la web del Centro de Formación Judicial es www.cfj.gov.ar (!)
(Jurado polémico!) 
Salud!

jueves, 26 de diciembre de 2013

No me cabe tu gorra - Revista Otro Viento - Kessler - Verdú


interrogantes abiertos, puertas cerradas - Caleta Olivia 2013
Aramis Lascano y la gente de la Revista Otro Viento nos envían este muy buen corto titulado "No me cabe tu gorra". Material directo y claro para afrontar los numerosos y superpuestos problemas de violencia institucional, selectividad penal, gatillo fácil y abusos policiales en barrios del conurbano y también en la ciudad de Buenos Aires.

En el documental sobresalen M.C.Verdú, Gabriel Kessler, organizaciones barriales y, sobre todas las cosas, pibas y pibes de los barrios.  

Dos breves comentarios:

01. Verdú marca bien un punto: El uso de nuevas tecnologías, drones y cámaras para la persecusión clasista y puntual de los más pobres como grupo estigmatizado.

Su contracara: La negación de esas mismas herramientas a la hora de investigar abusos policiales.

02. Bien señala Kessler el rol de los medios como una relación de ida y vuelta, de recíproca necesidad y alimentación. El miedo baja y sube, va y viene, no es unidireccional, aunque los medios tienen el poder de instalar, la reproducción es más compleja.

Finalmente, para profundizar, dejamos los links de la web de Revista Otro Viento, acá y recomendamos su última revista de Diciembre de 2003 sobre la cumbia, con dos interesantes entrevistas a Dany Lescano y Pablo Semán, más info por acá.

"La revista Otro Viento surge en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, a comiezos de Junio de 2012. El proyecto se gestó en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata, cuando tres estudiantes de la carrera empezaron a cuestionarse distintos aspectos de la misma, tales como la enseñanza vertical -que limita la participación de los alumnos-, su orientación a la formación de abogados meramente mercantiles, el casi nulo contenido social de sus materias y la falta de espíritu crítico de docentes y alumnos.

Estos cuestionamientos generaron extensos debates en el seno de la facultad, como también fuera de ella. A través del intercambio de opiniones con compañeros de otras carreras, observamos semejantes planteos, es así que surgió la imperiosa necesidad de canalizar las discusiones en un campo concreto. Las ideas abundaban, pero no llegaban a encontrar su correlato en lo material, hasta que una tarde brotó de la cabeza de un compañero la idea de crear una revista donde los pensamientos puedan expresarse con total libertad, sin depender del visto bueno de ningún medio de comunicación hegemónico."


Fuerza y felicitaciones a la gente de Otro Viento! 
Sigan así y salud!

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Papá Noel son los Founding Fathers: El Roto



La web de El Roto en El País, acá. Y de paso, este año publicamos una nota en Revista Debate titulada (spoiler alert) "Papá Noel son los padres" sobre la identidad secreta de Papá Noel y su relación con la independencia judicial, acá.

Salud!

martes, 24 de diciembre de 2013

This is not Santa: Felices fiestas!!



 Aguante Karl Heinrich Claus y Santa Marx!!
Para los/as que son creyentes, devotos ateos, y para los que les consumen el opio de los pueblos. ;-D


Fotos de este suceso increíble e inolvidable para mí, acá.


Exploramos el cliché, visitamos lo predecible, sí, pero siempre con nueva luz. Es el fin de año. Las fiestas en familia nos revivirán (!?)

Salud y felicidades!

viernes, 20 de diciembre de 2013

Happy Birthday: 2 añitos de Ante la Ley


01. Criticar y fotografiar. Dos años. Trescientas entradas, miles de comentarios con calidad de debate y discusión, sin insultos, sin bajezas. Fotos con horizontes expandidos. Muchas rutas recorridas. Varios cientos de miles de visitas. Cuatro estádios maracana al frente de la pantalla, monitor y/o celular Nokia 1100 con linterna. Información, becas, difusión, ironía, novedades, caprichos, intercambio de ideas, congresos, conferencias, chistes malos y otros no tantos, un poco de todo; en definitiva cosas interesantes o cosas que me interesan que hace, produce y organiza gente interesante. Muchos nuevos amigxs, algunos viejos conocidos y los que están siempre ahí. Alumnos azarosos, otros voluntarios. Sobre todo disfrute en el hacer, en el día a día y hoy especialmente ver los resultados de construir algo con ese disfrute. Muchos amigxs y amigas, colaborando, con información, con notas, visitándolo y recomendándolo. Muchos anónimo, de los rincones más increíbles, visitando y después personalmente o por las diferentes vías, comentando su visita, excusándose de no participar, de no comentar. Y así. Algo increíble y que nos gusta hacer. Como alguien describió Ante la Ley en algún medio: "Expresiones críticas del derecho con lindas fotos". Críticar y fotografiar. Eso nos gusta como descripción y como acción de todos los días. Son muchas razones y las mejores sinrazones, el afecto, para seguir. Muchas gracias a todxs!

en la profundidad la luz permanece - Playa Oriente 2013

02. Lo que viene. Hace dos años salía el primer post de Ante la Ley acá. Y aunque tuvimos actividad bloguense y proyectos desde el 2005/2006, seguimos todavía dando los primeros pasos. Sin pretensiones, con muchas incertidumbres e ideas, en 2011 empezábamos otra vez. Hoy seguimos ahí, en esa misma situación. Avanzamos un poco día a día. Más allá de todo, lo que hacemos, sale así. No se puede explicar. Ciertas cosas no tiene sentido explicarlas. La idea de este espacio es justamente otra: la acción y la reflexión en el hacer. Ensayo y horror, claro, dirán algunos (!?) Nuestro hacer es este, dar clases y charlar, difundir lo que hacemos con amigos, las actividades de los amigxs de las diferentes y diversas comunidades en la que nos movemos, algunas de Argentina, otras de Colombia, Brazil, Puerto Rico, Chile, España y otros países que nos visitan y visitamos. Algunas de Buenos Aires, pero también de Córdoba, Rosario, Santa Fe, La Plata, Neuquén, y Rio Gallegos que nos reciben como uno más. Acompañando el blog hay gente por todos lados, de todas las latitudes, cosa que agradecemos y esperamos retribuir. Ante la Ley, también, es un diario personal/colectivo, una bitácora de intereses personales y de trayectorias, de formas de vida, de curiosidades y de búsquedas. Como espacio resume intereses personales y de la comunidad de amigos y amigas que nos/me rodean. Sin ellos, no seríamos nada. Sin duda, sin ellos Ante la Ley no existiría, tampoco nuestras inquietudes e intereses. Derecho, música, jazz, filosofía, películas, poesía, diálogos, política, cosas nuevas, experimentales, por supuesto y lo que venga atado a los amigxs, a todos los que visitan Ante la Ley, discuten, curiosean y pasan por acá, incluso silenciosamente. Se vienen tiempos interesantes que siempre son de cambios, de más incertidumbres y nuevos desafíos. Seguimos como el primer día, hace dos años. Algunas cosas cambian, otras no. Ya veremos. Sigamos, muchas, muchas gracias otra vez y -como siempre- salud!!

martes, 17 de diciembre de 2013

Regalos navideños: Gabriel Negretto - Making Constituions: Presidents, parties and institutional choices in Latin America


Después de mucho esperarlo, nos llegó el libro de Gabriel Negretto “Making Constitutions: Presidents, Parties, and Institutional Choice in Latin America” (o para los criollos “Creando Constituciones: Presidentes, Partidos y Elección Institucional en América Latina” ) publicado en Cambridge University Press. Gabriel Leonardo Negretto es Profesor de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Con una teoría interesante y provocativa, G. Negretto compara cuatro casos de cambio y/o reforma constitucional: La constitución argentina de 1949, la reforma constitucional de 1994, la Constitución de 1991 en Colombia y la ya extinguida Constitución de Ecuador de 1998.

la biblia y el calefón, el constitucionalismo y el sifón - Saint Telm 2012
Por lo que vemos, Negretto se introduce con dos reformas constitucionales que conocemos bien (1949 y 1994, aunque de la primera muchos locales no la conocen/mos tanto realmente) y con la Constitución de 1991 que es una Constitución que conocemos bastante, junto a varios de sus distinguidos autores, por nuestras visitas a la queridísima Colombia y a todxs los amigxs por allá!

Lo agradecemos y recomendamos mientras terminamos su introducción!! En los tiempos navideños no podemos polemizar. Salud!

-.-

Título “Making Constitutions: Presidents, Parties, and Institutional Choice in Latin America” 
“Creando Constituciones: Presidentes, Partidos y Elección Institucional en América Latina” 
Cambridge University Press 

Resumen del libro 

Este libro ofrece la primera explicación sistemática en las ciencias sociales acerca del origen de los diseños constitucionales desde una perspectiva analítica, histórica y comparada. Fundado en un estudio exhaustivo de los cambios constitucionales ocurridos en América Latina desde 1900 a 2008 y un análisis detallado de cuatro estudios de caso, Gabriel Negretto muestra que el contenido de las reformas constitucionales se decide en función del desempeño pasado de la constitución como instrumento efectivo y legítimo de gobierno y de los intereses estratégicos de los actores que ejercen influencia sobre el proceso de reforma. El libro explica cómo los problemas de gobernabilidad y representación determinan los lineamientos generales de una reforma, mientras que los cálculos estratégicos y los recursos de poder de los reformadores afectan la selección de alternativas específicas de diseño. El trabajo pone énfasis en la importancia que tienen el tipo de evento que hace necesaria la reforma y el grado de incertidumbre electoral de los reformadores para entender el impacto relativo que tienen los intereses partidarios de corto plazo en el diseño de constituciones. La teoría que estructura este trabajo permite explicar porqué la mayoría de los regímenes constitucionales en América Latina poseen hoy en día un diseño constitucional híbrido que hace difícil la consolidación de la democracia en la región. También cuestiona las teorías dominantes sobre selección de instituciones en ciencia política, y traza el camino para el desarrollo de nueva agenda de investigación sobre el cambio institucional. 

Book Description 

This book provides the first systematic explanation of the origins of constitutional designs from an analytical, historical, and comparative perspective. Based on a comprehensive analysis of constitutional change in Latin America from 1900 to 2008 and four detailed case studies, Gabriel Negretto shows that the main determinants of constitutional choice are the past performance of constitutions in providing effective and legitimate instruments of government and the strategic interests of the actors who have influence over institutional selection. The book explains how governance problems shape the general guidelines for reform, while strategic calculations and power resources affect the selection of specific alternatives of design. It also emphasizes the importance of the events that trigger reform and the designers' level of electoral uncertainty for understanding the relative impact of short-term partisan interests on constitution writing. Negretto's study challenges predominant theories of institutional choice, and paves the way for the development of a new research agenda on institutional change.

Índice del libro

Contents 
Part I. The Logic of Constitutional Choice: Theory and Data: 
1. Constitutional change and patterns of design; 
2. A two-level theory of constitutional choice; 
3. Determinants of variation in constitutional choice; 

Part II. Case Studies: The Origins of Reforms: 
4. Constitutional change as a means to consolidate power: Argentina 1949; 
5. Constitutional change as a strategy to redistribute power: Argentina 1994; 
6. Constitutional change as a response to state failure: Colombia 1991; 
7. Constitutional change as a remedy for ungovernability: Ecuador 1998.

Y una recomendación!!!

“This book explains the choices of institutions regarding presidential and congressional powers in post 1900 Latin America. Gabriel Negretto argues that parties choose rules that they expect to work to their own advantage and hence that the relative power of parties is key to understanding institutional choice. This is the most detailed examination of institutional choice that has been undertaken in Latin American politics, and perhaps in comparative politics as a whole.”

-Scott Mainwaring, Eugene P. and Helen Conley Professor of Political Science, University of Notre Dame 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Stratos Pahis (ICJ) - Bilateral Investment Treaties and International Human Rights Law


Un gran colega de la Yale Law School, Stratos Pahis (acá), actualmente trabajando como abogado y acádemico  en New York publicó este trabajo "Tratados bilaterales de inversión y Derecho Internacional de los Derechos Humanos" (acá el link al paper en inglés) en la International Comission of Jurist (Comisión Internacional de Juristas - ICJ por sus siglas originales) que pueden encontrar en su web acá .

Por lo extraordinario de Stratos, su calidad humana y su increíble carrera académica, lo difundimos acreditando que vale la pena leerlo! Hace un tiempo tuvimos un diálogo personal sobre su investigación, sus conclusiones y Stratos tiene un enfoque progresista, preocupado por los Derechos Humanos, de un tema monopolizado por conservadores y burócratas. Por eso también la importancia de sus investigaciones y de su trabajo.

colores de un barrio, muros de un atardecer - NY 2012
Felicitaciones Stratos y salud desde Buenos Aires!

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Bilateral Investment Treaties and International Human Rights Law: Harmonization through Interpretation

by Stratos Pahis.

Stratos Pahis is a graduate of Dartmouth College (A.B. 2004), La Universidad Complutense de Madrid (M.A. 2005) and Yale Law School (J.D. 2009). He currently works as an attorney in New York.


TABLE OF CONTENTS TABLE OF CONTENTS
Executive Summary
Introduction

1. Bilateral Investment Treaties: A Interpretive Framework:
1.1. Bilateral investment treaties and arbitrations
1.2. Bilateral investment treaties as international law
1.3. VCLT Article 31(3)(c) and the principle of systemic integration
1.4. Jurisdiction and choice of law rules
1.5. Systemic integration of BITs and international human rights law in
practice

2. The Need for Harmonization with Human Rights Law:
2.1. International human rights law and State liability
2.2. Constitutive versus instrumental norms
2.3. Preamble of the VCLT
2.4. Other conflict resolution techniques

3. Identifying and Harmonizing Potential Conflicts:
3.1. Identifying potential conflicts
3.2. Harmonizing potential conflicts

4. Investor-State Arbitrations: Procedural Reforms
4.1. Secrecy and the rights to free expression, access to information, and
democratic governance
4.2. Participation of non-disputing parties
4.3. Legitimacy of the investor-State arbitration process
4.4. Recommendations

Conclusion

The number of bilateral investment treaties and disputes arising from them has exploded during the past two decades. Recent investment arbitrations have highlighted the potential for this new and increasingly important form of law to interact and conflict with international human rights law. The aim of this Report is to examine the relationship between these two bodies of law. Section One explores the substance of BITs and their relationship to international law generally. It identifies BITs as international treaties, which according to the Vienna Convention on the Law of Treaties (VCLT), must be interpreted within the broader context of international law. It examines the principle of systemic integration, the presumption against conflict in international law, and how these principles call for BITs to be interpreted in harmony with other relevant and applicable international law. The Section confirms that investment tribunals have the jurisdiction to consider external law in the interpretation and application of BITs, and it goes on to explore in what circumstances other international law would be relevant and applicable for these purposes. 

Section Two explores the relationship between BITs and international human rights law specifically. It argues that achieving harmony between the two sets of laws is critical given the nature of human rights obligations, the constitutive nature of human rights norms, and the limited applicability of conflict resolution tools to potential conflicts with human rights law. The Third Section explores the potential for conflict between human rights law and BITs and whether such conflicts can be harmonized through interpretation. Applying the framework developed in Sections One and Two to the interpretation of major BIT terms, it shows that while potential conflicts do exist between these provisions and international human rights law, they can be mitigated by adopting reasonable and already accepted non-conflicting interpretations of the terms. Section Four goes on to discuss how the lack of transparency in investor-State arbitrations conflicts with the right to information and democratic governance, and undermines the fulfillment and protection of other human rights. 

The Report concludes the following: First, international investment tribunals have not only the authority but the obligation to consider international human rights norms while interpreting and applying BITs. Specifically, they must take seriously the potential for conflict between these two sets of laws, and interpret and apply BITs in a manner that minimizes these conflicts. Second, while the potential for conflict between BITs and international human rights law is real and growing, it can be mitigated by following standard principles of interpretation and applying generally accepted interpretations of BIT terms".-

domingo, 15 de diciembre de 2013

Fuerza de Ley - Jacques Derrida de Kirby Dick y Amy Ziering Kofman


Usamos hace un tiempo en clase un fragmento del texto de Derrida "Fuerza de Ley" para comentar el breve cuento de Kafka "Ante la Ley" -conectado con el de "Bartleby" de Melville-  que publicáramos hace unos días, acá. Sobre todo nos llevó a este pasaje sobre los horizontes como infinitos y como límites a la visión, como apertura y clausúra de la percepción.

En torno a Derrida y esa idea de horizontes como límite de la visión y al mismo tiempo ese infinito romántico decíamos, discutíamos, que toda pretensión de "Justicia" en el poder judicial tiene el límite temporal y el estructural, y por qué no el temporal estructural, como principal obstáculo. Ese esperar, esas formas prudentes, protocolares que hacen que todo sea un proceso de pérdida de fuerzas, de muerte (como el campesino de Ante la Ley) o de renuncia a la acción en forma de pasiva resistencia y de muerte en vida, de omisiva locura (como hace el mismísimo Bartleby, acá ) lo discutíamos en una clase con operadores del derecho que además estudian para ser operadores calificados del derecho (estudiantes).

Después mencionamos el comienzo de la películas "Derrida" de Kirby Dick y Amy Ziering Kofman -que salió en 2002, dos años antes de la muerte del autor- que también habla de futuros y horizontes, de esperas y anuncios, de incertidumbres y certezas, de lo imprevisible y del mañana controlado. La película es muy buena aunque como el autor necesita de tiempo y paciencia para explorar, como tantas cosas. En este caso, una que vale la pena. Derrida habla de muchas cosas, en contexto de una simpleza bien europea -tomando café y untando mermelada a la tostada- en contraste a las academias de otras latitudes menos terrenales y más hollywodenses. En el Doc se habla del amor, de la deconstrucción, la madre, el perdón y la reconcialiación, los archivos y el futuro, la conexión Derrida con Jerry Seinfeld (!!), entre otros tantos temas.

Además, para colmo, la película tiene la música minimalista, jazz ambient, de Ryuki Sakamoto (acá) de los Morelemaum's. Muy recomendable!


plaza de las estatuas seductoras - Frankfurt 2011
El texto "Fuerza de Ley: el fundamento místico de la autoridad" se puede bajar de la Revista Doxa, gracias a la generosa base Cervantes Virtual, acá. (Link) Transcribimos un pasaje interesante que usamos en referencia a los tiempos de la justicia. Salud!

"Una de las razones por las que guardo aquí una reserva con respecto a todos los horizontes, por ejemplo con respecto a la idea reguladora kantiana o a la venida mesiánica, al menos en su interpretación convencional, es el hecho de que son precisamente horizontes. Como indica su nombre en griego, un horizonte es a la vez la apertura y el límite de la apertura que define un progreso infinito o una espera. 

Ahora bien, la justicia, por muy no-presentable[l] que sea, no espera. Para ser directo, simple y breve, diré lo siguiente: una decisión justa es necesaria siempre inmediatamente, enseguida, lo más rápido posible. La decisión no puede procurarse una información infinita y un saber sin límite acerca de las condiciones, las reglas o los imperativos hipotéticos que podrían justificarla. E incluso si se dispusiera de todo esto, incluso de todo el tiempo y los saberes necesarios al respecto, el momento de la decisión, en cuanto tal, lo que debe ser justo, debe ser siempre un momento finito, de urgencia y precipitación; no debe ser la consecuencia o el efecto de ese saber teórico o histórico, de esa reflexión o deliberación, dado que la decisión marca siempre la interrupción de la deliberación jurídico-, ético- o político-cognitiva que la precede y que debe precederla. El instante de la decisión es una locura, dice Kierkegaard. Es cierto, en particular con respecto al momento de la decisión justa que debe desgarrar el tiempo y desafiar las dialécticas. Es una locura. Una locura, ya que tal decisión es a la vez sobreactiva y padecida, encierra algo de pasivo, por no decir de inconsciente, como si el que decide fuera libre sólo si se dejara afectar por su propia decisión y como si ésta le viniera de otro. Las consecuencias de una heteronomía como ésta parecen tremendas pero sería injusto eludir su necesidad. Incluso si el tiempo y la prudencia, la paciencia del saber y el dominio de las condiciones fueran hipotéticamente ilimitados, la decisión sería estructuralmente finita, por muy tarde que llegara, decisión de urgencia y precipitación que actúa en la noche de un no-saber y de una no-regla. No en la ausencia de regla y de saber sino en una restitución de la regla que, por definición, no viene precedida de ningún saber y de ninguna garantía en cuanto tal. Si aceptásemos una distinción general y definitiva entre el realizativo y el constatativo -problema que no puedo tratar aquí-, la irreductibilidad de la urgencia precipitativa (la irreductibilidad esencial de la irreflexión y de la inconsciencia), por muy inteligente que fuera, debería ser puesta del lado de la estructura realizativa de los «actos de habla» y en general de los actos en tanto que actos de justicia o de derecho, ya sean realizativos instituyentes o realizativos derivados que implican convenciones anteriores. Un constatativo puede ser justo en el sentido de lo ajustado, pero nunca en el sentido de la justicia. Pero como un realizativo sólo puede ser justo -en el sentido de la justicia- cuando está fundado en convenciones, es decir, fundado en otros realizativos anteriores, enterrados o no, dicho realizativo conserva siempre en él cierta violencia irruptiva. No responde ya a las exigencias de la racionalidad teórica. Y nunca lo ha hecho, no ha podido hacerlo nunca, y de ello tenemos una certeza a priori y estructural. Al reposar todo enunciado constatativo sobre una estructura realizativa al menos implícita («te digo que yo te hablo, me dirijo a ti para decirte que esto es verdad, que es así, te prometo y te renuevo mi promesa de hacer una frase y de firmar lo que digo cuando yo digo que te digo o que intento decirte la verdad», etc.), la dimensión de lo ajustado o de verdad de los enunciados teórico-constatativos (en todos los dominios, en particular en el dominio de la teoría del derecho) presupone siempre, por tanto, la dimensión de justicia de los enunciados realizativos, es decir, su precipitación esencial. Dicha precipitación nunca tiene lugar sin una cierta disimetría y una cierta forma de violencia. Es así como me atrevería a entender la proposición de Levinas que -utilizando otro lenguaje, y según procedimientos discursivos diferentes- declara que «la verdad supone la justicia»[li]. Parodiando peligrosamente la lengua francesa, concluiría diciendo: «La Justice, il n’y a que ça de vrai»[lii]. Es inútil subrayar que esto no deja de tener consecuencias para el estatuto -si todavía podemos hablar de estatuto- de la verdad, de esta verdad de la que San Agustín dice que hay que «hacerla».

Paradójicamente, y a causa de este desbordamiento del realizativo, a causa de este avance siempre excesivo de la interpretación, a causa de esta urgencia y de esta precipitación estructurales de la justicia, ésta no tiene horizonte de espera (regulador o mesiánico). Pero, precisamente por eso, quizás[liii] tiene justamente un porvenir, un por-venir que habrá que distinguir rigurosamente del futuro. Este último pierde la apertura, la venida del otro (que viene) sin la cual no hay justicia; y el futuro puede siempre reproducir el presente, anunciarse o presentarse como un presente futuro en la forma modificada del presente. La justicia está por venir, tiene que venir, es por-venir, despliega la dimensión misma de acontecimientos[liv] que están irreductiblemente por venir. Lo tendrá siempre -este por-venir- y lo habrá tenido siempre. Quizás es por eso por lo que la justicia, en tanto que no es sólo un concepto jurídico o político, abre al porvenir la transformación, el cambio o la refundación del derecho y de la política. «Quizás», hay que decir siempre quizás para la justicia. Hay un porvenir para la justicia, y sólo hay justicia en la medida en que un acontecimiento (que como tal excede el cálculo, las reglas, los programas, las anticipaciones, etc.) es posible. 


La justicia, en tanto que experiencia de la alteridad absoluta, es no-presentable[lv], pero es la ocasión del acontecimiento y la condición de la historia. Una historia sin duda ignorable para aquellos que creen saber de lo que hablan cuando emplean esta palabra, ya se trate de historia social, ideológica, política, jurídica, etc. 

Este exceso de la justicia sobre el derecho y sobre el cálculo, este desbordamiento de lo no-presentable sobre lo determinable, no puede y no debe servir de coartada para no participar en las luchas jurídicopolíticas que tienen lugar en una institución o en un Estado, entre instituciones o entre Estados. Abandonada a ella misma, la idea incalculable y donadora de justicia está siempre lo más cerca del mal, por no decir de lo peor puesto que siempre puede ser reapropiada por el cálculo más perverso. Siempre es posible y esto forma parte de la locura de la que hablábamos. Una garantía absoluta contra este riesgo sólo puede saturar o suturar la apertura de la apelación a la justicia, una apelación siempre herida. Pero la justicia incalculable ordena calcular. Y, en primer lugar, calcular en lo más cercano de lo que se asocia a la justica, a saber, el derecho, el campo jurídico que no puede ser aislado dentro de fronteras seguras, pero también en todos aquellos campos de los que no podemos separar al derecho, que intervienen en él y que no son sólo campos: lo ético, lo político, lo económico, lo psicosociológico, lo filosófico, lo literario, etc. No sólo hay que calcular, negociar la relación entre lo calculable y lo incalculable, negociar sin reglas que no haya que reinventar precisamente ahí donde estamos «arrojados», ahí donde nos encontramos; sino que también hay que ir tan lejos como sea posible, más allá del lugar donde nos encontramos y más allá de las zonas identificables de la moral, de la política o del derecho, más allá de la distinción entre lo nacional y lo internacional, lo público y lo privado, etc. El orden de ese hay que no pertenece propiamente ni a la justicia ni al derecho. No pertenece a uno de los dos espacios más que desbordándolo hacia el otro. Lo que significa que estos dos órdenes son indisociables en su heterogeneidad misma: de hecho y de derecho. La politización, por ejemplo, es interminable, incluso si nunca puede ni debe ser total. Para que esto no sea una perogrullada o una trivialidad, es necesario reconocer la siguiente consecuencia: cada avance de la politización obliga a reconsiderar, es decir, a reinterpretar los fundamentos mismos del derecho tal y como habían sido calculados o delimitados previamente. Esto fue cierto en la Declaración de los Derechos del Hombre, en la abolición de la esclavitud, en todas las luchas emancipatorias que están y deberán estar en curso, en todo el mundo, para los hombres y para las mujeres. Nada me parece menos periclitado que el ideal emancipatorio clásico. No se puede intentar descalificarlo hoy, de manera grosera o sofisticada, sin al menos pecar de cierta ligereza además de convocar las peores complicidades. También es cierto que es necesario, sin que haya que renunciar a él sino al contrario, reelaborar el concepto de emancipación, de manumisión, o de liberación, teniendo en cuenta las extrañas estructuras que estamos describiendo en este momento. Pero más allá de estos territorios identificados de la jurídico-politización a gran escala geopolítica, más allá de todos los secuestros y requisiciones interesados, más allá de todas las reapropiaciones determinadas y particulares del derecho internacional, otras zonas tienen que abrirse constantemente, zonas que en un primer momento pueden parecer secundarias o marginales. Esta marginalidad significa que una violencia, por no decir un terrorismo y otras formas de toma de rehenes están presentes. Los ejemplos más próximos habría que buscarlos del lado de las leyes sobre la enseñanza y la práctica de las lenguas, la legitimación de los cánones, la utilización militar de la investigación científica, el aborto, la eutanasia, los problemas del trasplante de órganos, del nacimiento extrauterino, la bioingeniería, la experimentación médica, el «tratamiento social» del sida, las macropolíticas o micropolíticas de la droga, de los «sin techo», etc., sin olvidar por supuesto el tratamiento de lo que se llama vida animal, la enorme cuestión de la animalidad. Sobre este último problema, el texto de Benjamin que abordo a continuación muestra que su autor no hizo oídos sordos ni fue insensible a esta cuestión, incluso si sus propuestas al respecto siguen siendo oscuras o tradicionales."-

sábado, 14 de diciembre de 2013

Instantáneas ┼ Dirty Three - The restless waves


cadenas de la memoria, viejos enemigos, arrojar el ancla del olvido  - Uruguay 2011

Más crónicas de CV de su libro imposible y otra vez los Dirty Three con su disco "Ocean songs". Grande esos violines, grande CV también. Salud! 

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Anclas y arcas

Inundar la tristeza espiralada en un relato sin final y abandonarlo entre hojas secas en las típicas montañas otoñales. Retratar la impotencia en un lienzo contingente y probar cuán fuerte es frente al incendio de la acción. Cantar ese nombre que quema a los atardeceres que nos silencian y que ellos nos hagan renacer como una constelación de grillos. Respirar el mar, atacarlo a grandes suspiros, hacerlo enojar, enjaular el salitral del pasado, cicatrizando todas las sales, hiriendo la carne oceánica con esa voracidad existencial que nos hace levitar a cada duda. Olvidar en las costas de ese mar impiadoso todas las palabras imposibles, descifrarlas, traducirlas en la arena sudada, escuchando las opiniones de almejas tímidas, anotar todo lo que nos inspiró ese Dios efímero y atormentado. Rezar por una divinidad sensual, por una promesa de autoengaño. Saber que el cuchillo amigo corta igual que todos. Gracias a la luna de logaritmos inmanejables, en la que las olas me suturaban las brújulas, me di cuenta de esas viejas raíces metálicas, de la maraña quietista, de las anclas invisibles. Ahí mismo, caí hipnotizado por una fogata de sirenas sinceras, con rones y aguardientes piratas, con historias de camas atrapantes, de vómitos viajeros, de robos anónimos, de noches con mapas estrellados. Terminé con una de ellas, manipulado, exorcizado. Y volé en sueños con veleros asmáticos, devorado por una impaciente Moby Dick, con decisionistas pioneros, con ballenas como enemigos, con nazis ecologistas, con capitanes suicidas y el odio de los mamíferos hacia una sombra humana que no entiende de dónde viene el eco que parece controlar sus emociones. Edificios abandonados en un atlantis villero, escaleras mecánicas en un glaciar derretido, en un camino perdido, ardido. La imposibilidad de superar la correlación de fuerzas y finalmente convulsionar. Convulsionarlo todo, revolucionarlo en lodo. Ningún círculo, ningún infierno cínico. En el barro original, inicial. La ilusión del dolor físico evaporada, extinguida. Esa vida vencida, expirada, con gorgojos dulces. Y así despertarse con todas las anclas cortadas, oxidadas en la arena quemada. Como flores secas, muertas, abandonadas. Lo que se aferra: las anclas odiosas, anclas sádicas, anclas morbosas. Anclas autodestructivas, anclas ortopédicas, anclas de la carencia. Anclas con arcas, con enigmas y tesoros. Anclas que amenazan con sus rehenes del pasado. Anclas eróticas, del deseo negado, dignas de hedonistas castrados, arrastrados hasta la sofocación placentera. Todos esas embarcaciones, sus mapas y destinos, ya son libres aunque estén hundidas, reconstruidas, renovadas. En el cementerio de las anclas, el tesoro es siempre una incógnita. La profundidad recobrada para ser explorada otra vez. 

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Bajo las sábanas rojas 

Un interrogante como escudo. Un perfume como la ley de una selva atrapante. Un aroma que me devora como una flor carnívora, un veneno salvaje sin remedio, un infierno de fiebres arrasando todo tedio en mi eros y una figura, una sombra de luces huidizas como un imán sensual. Un belleza incontrolada, alambrada por distancias, custodiadas por viejos miedos, por perros dorados, por almas gemelas que fueron separadas por los relojes de arena. Una monarca sin reino en un museo de corazones intervenidos para ser admirada por aquellos que duermen sin soñar y negada por sus propios ojos en todos los espejos eternos, en todo reflejo de aguas contingentes ametralladas por las lluvias negras. Ella y su otro yo mueren y renacen a cada momento, en cada mañana de pulcritud, como un ave fenix en forma de pato cruel y expectante en un viñedo inaccesible. Muevo las piezas de mi tablero incierto sin saber cuál es mi jugada abismal y los peones se me incendian en el horizonte. Las cartas están marcadas y todos los juegos se vuelven nuevos disfrutes. Un bosque de encuentros fortuitos y un conjuro de atracción sincera con una cerveza embrujada y una noche impar. Un sudor frío en una horas de fuego polar donde los cuerpos siguen dialogando, siguen explorando sus cicatrices. Ellos se tiran flechas para acercarse, combaten con temores filosos para saberse fuertes, para avisar que ningún dolor duele y eso es lo que más lastima, que no se comprometen, que todos los silencios son mortales, que son devotos ateos. Todas esas cenizas que ensucian hay que esconderlas en lo público. Ese es el consejo secreto del Shaolín mudo. Hay que exponerse como un tacho de basura, hay que abrirse como una quema. Hay que dejar entrar a todos a la casa con humedad. No hay que estar limpio, hay que pecar mortalmente, hay que ser inmoralmente lujurioso, humildemente angurriento con el deseo pero sin buscar trofeos, encarnarse sin envidia ni porfía, ferozmente ambicioso en la conquista ignoradas, nunca vistas. Hay que ocultarse pero del pasado, de lo que no existe, de lo ajeno. Hay que avanzar en la rayuela, salir del falso espiral de jugar a la escondidas siempre para que te descubran y para volverse a ocultar en el placer masoquista, ese eterno tobogán circular, impuslados hacia la espera de recomponer esa ausencia que se espera en una esquina infantil. Y desde la nada, desde lo primal ese demonio de tasmania exorciza ese exquisito transpirar de una piel de miel, derritiéndose en el calor de mis dedos, desnudando su espalda, relajando el peso de las dudas, nadando en una loción de bebé, en besos con afecto de niño explorador y en esas manos florece todo un jardín para cuidar. Y un relámpago en el desierto, una lluvia con una luna llena, chispas bíblicas, ostias de lo sublime, llamas de los fuegos de saturno, truenos de un dios revivido por la fricciones amorosas aparecen entre nuestros cuerpos, siento todos tus pálpitos en mis huesos como las olas golpeando las piedras, tu sensualidad excitada, mi ferocidad en celo. Una luz azarosa dispara un destellar hasta el extremo y hace brillar como ninguno ese segundo eterno, ese acto de lucidez perfecto en el que me descubro feliz y sensible a otro tipo de explosiva belleza en la simpleza de verte ahí, a los ojos, bajo las sábanas rojas.

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Tótem y tabú

No se puede. Conjurar su nombre oculto en lo evidente, en las solapas marxistas, en los libros de un santo desterrado, en los esteros de las calles de tierra. No se debe. Jugar con el fuego de los muertos, sus omisiones. Los hilos invisibles. Es mejor evitarlo. No sabemos qué puede suceder. Eclipses de cuerpos. Mañanas de encierro. Exilio en la incapacidad. Una maldición de sísifos paralíticos. La madre que niega a los huérfanos. Los hermanos que mueren desconociendo su sangre. La luna negra iluminando la oscuridad de la mezquindad. La piel con el cáncer de la inmadurez. La mudez de una máscara perpetua. La maldición de las puertas cerradas al futuro, al crecimiento. Los fantasmas que se hacen hablar dominan esas vidas. Las personas que se fueron querían dialogar con sus seres queridos. Otros los reviven para ocultarse en sus pasados imposibles. Y así su poder inmanente. La censura como ataúd. Y el cuerpo de Houdini caliente, todavía sudando reflejos de los asistentes que usufructuaron su cadáver exquisito en una relación inconfesable. Noches con amigos y una intimidad con planes disfuncionales. No se puede nombrar la tragedia sin abrir la herida. Mejor no. Dos amantes, dos hermanos, dos almas gemelas. Dos labios bajo la nieve y siglos de gárgolas que son testigos. Solo queda la escritura en las sombras. Las lágrimas de un amor prohibido. Los originales falsos. Las anotaciones marginales. Biopolítica de las autopsias. La memba y los mensajes en ratas de una biblioteca inglesa. Las lauchas espías de un once retroactivo. Paradojas del dolor, estrategias de la sabiduría para solicitar una objeción de conciencia. La maldición del conocer la verdad negada. En esa cárcel de laberintos consensuales no hay deliberación posible ni fundamento para las encrucijadas. Los salitrales queman entre líneas todos los textos sagrados. No hay crucifijos suficientes.  El mantra de un pecado evitable de hijos de azufre. Socios interesados en legados. El evangelio escrito por un ejercito de Judas. La ética más allá de toda anomia. Nunca celebrar su ausencia, ni su resucitar ficticio. Cartografías de la necrofilia. Todos los puentes llevan a las catacumbas de la desmemoria. El tótem disecado y hueco. El tabú enterrado y respirando. El libro del olvido se escribe con silencios. 

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Fósforo

Cerca del puerto las plantas no crecen sino crujen, las miradas mutan por la desconfianza y las calles son un desierto de arenas asfaltadas, con ríos de brea volcánica y oasis de sombras ardientes. Sus habitantes tiene la voz con grietas que sudan la sal que viene del mar, de esa contaminación de la que no se habla aunque se respira sin parar. Todos sueñan con un jardín imposible, riegan religiosamente a un dios petrificado y juegan a la ruleta rusa con corchos de sidra sin gas. En ese futuro iluminado por musgos empetrolados, por esos tubos de azufre descomunal, por todo ese árbol de navidad constante en el distante horizonte, regalando napas contaminadas, promesas de insuficiencias respiratorias, como una generosa opresión publicitaria. Los informes cómplices son auditados por ingenieros millonarios en barrios privados y vecinos con leucemia, con tormentas que queman sus venas, con asmas recién nacidos y migrañas que palpitan constantes. Esos niños lloran sus denuncias a gritos mientras sus padres sobreviven en la marginalidad ambiental, viajando a limpiar casas en la ciudad indiferente. Un puerto que procesa pobreza y despide la plusvalía de la salud obrera. Una ría de sangre anémica, cangrejos en extinción y peces ausentes. Pescadores borrachos de pasividad, desapariciones históricas e incapacidades de un teatro de títeres rancios. Ninguna ortopedia puede salvar tal mutilación original. Un arco iris gris brilla después de toda lluvia ácida. La quema que nadie conoce siempre estuvo ahí. Sigue paciente contando sus historias bajo algún techo de Villa Nocito o de todo ese chaperio ruidoso que creció sobre la ruta. Maldonado versus White, un ingeniero oligárquico versus un santo rey de España, arquitectura de la ciencia extractiva versus opio existencial eclesial. Enfrentamientos de oligarquías infradotadas con los alquimistas de la ignorancia. Esa comunidad tuvo un apocalipsis al nacer, por eso nació tuerta. Eso invisibilizó a sus verdugos y le puso vértigo a la lucha de clases, a las batallas de los carnavales capitalistas. Cada bombucha de canillas flojas, cada baldazo de agua cargada fue un saqueo histórico, una herida en la memoria frontal, una cicatriz atrofiada a los músculos de su resistencia frustrada. Los mutilados ojos que siguen, entumecidos e hipnotizados, ciegos al horizonte de una ciudad con el mar robado, con ese fósforo como cetro oscuro del embrujo industrial.   

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A la vuelta

Al atardecer asomó sus sombras en la vereda sin saber qué tipo de desesperación muscular lo impulsaba. Tenso y al borde del llanto llegó a la cerrajería de la calle sarmiento, en un día con nubes bajas y un viento lleno de pequeños remolinos de polvo, hojas secas y pedazos de diarios viejos. Entró a ese local que quizás fue antes un kiosko oscuro, una panadería siempre vacía y varias reencarnaciones de un salvavidas laboral, de alguna indemnización ilusoria. Hacía tiempo ya que ese negocio de cuatro por ocho metros respiraba esfuerzos de dignidad, llaves universales y cerraduras amables. Caminaba arrastrando los hombros, como quien llega tarde, muy tarde, tan tarde que ya no es esperado. Un recuerdo ya olvidado. Se saludaron, primero con la vista a unos metros y después moviendo la cabeza. Actuaban con naturalidad pero no por eso dejaba de ser extraño. Un vacío inundado de interrogantes ya secos. Padre e hijo después de tanto tiempo, silencio y distancia. Los ojos de Andrés no tenían una gota de ese barro negro del que está hecho el resentimiento. No era amnesia, no era perdón, era una suerte de indiferencia sobre su pasado, sobre la silla vacía, sobre el vínculo negado, sobre la autoridad de la sangre. El ADN puede mutar con la acción sino se estanca y pudre con el rencor. Hugo los había dejado hace mucho tiempo. Andrés tenía cinco años, una madre y una hermana y un jardín de infantes mutilado. Las razones son un misterio pero Andrés y Valeria, su hermana, nunca más volvieron a tener trato con él. Hugo se mudó a la vuelta de su hogar y durante más de 25 años vivió ahí, latiendo dentro de un cajón infantil en un cementerio emocional, sin saludarlos ni ver a sus hijos. Mirando para abajo al cruzarlos, evitando caminar esas veredas, entrar en esa cuadras que no los recibieron más. Ambos mundos existían pero con el paso del tiempo la chispa de la bronca murió y la monotonía cobró su hegemonía inercial. Una cicatriz más a los ojos, en las calles, en esos metros que eran abismos. Ese juguete amado y perdido, después de tanto tiempo volvió y Andrés lo escuchó con la paz de un viejo jacarandá. No tenía trabajo, no tenía ni dónde dormir. Estaba completamente en la calle. Hacía mucho, mucho tiempo que Pablo ni se preguntaba por él. Sin dudarlo, le dijo que podía dormir en el primer piso de la cerrajería, que ahí se podía tirar un colchón y que trabajo iba a tener con él, que no se preocupara, que todo iba a mejorar. El padre se lo agradeció con un abrazo sorpresivo, con un ataque repentino de emoción. A Andrés lo conmovió, el abrazo emocionado y esa sensación: Darse cuenta que su padre era todavía un niño, que su lucha lo habían derrotado, que estaba totalmente perdido, en un triste ocaso, como alguien que naufragó. La diferencia es que Andrés pudo salir de sus tormentas, con su madre humilde, con sus preguntas en la mochila escolar terminó muy bien su secundario, no supo o no pudo estudiar en la universidad porque entró a trabajar en un supermercado en el que conoció a su compañera, la madre de sus dos hijos. El cuidado de Andrés por su familia, incluida su hermana y su madre, a las que nunca dejó faltar nada, fue con la ferocidad de un perro guardián. Con esfuerzos sinceros y reflejos naturales, con respuestas como un bosque impenetrable protegiendo todo, fiel y paternal. Andrés exorcizó el fantasma de haber estado ahí del abandono, a metros, en cada cumpleaños, en cada momento. Unos metros de abismo y ladrillos rojos, muros ciegos, unos patios de por medio, llenos de yuyos  amarillos y rosales muertos. Tanto dolor disponible para exigir, demandar, gritar y pelear; y ni una palabra, ni un intento de explicación, ni una arbitraria acción simbólica, todo ese odio potencial a la mano; pero no lo utilizó. Ese fantasma que demanda una explicación se fue, esa mordedura de la angustia ya estaba cicatrizada. Andrés podía ignorarla, podía decir que eso pasó. Pasó y la vida siguió y porque siguió eso pasó. Recordar algo que se olvidó en la acción es encontrar placer en una herida perdida. Visibilizar el sufrimiento invisible, revivir una sal retroactiva. En cambio, Andrés pensaba en sus hijos. Eso era su felicidad expandida. Cirujear en el pasado para buscar algún reproche exquisito o deuda pendiente, era la llave masoquista que abre una casa embrujada. No hay que atender esas llamadas. Andrés abría puertas sin miedo. Se purgó de ese desengaño, de ese desamor que se desarmó en el fluir de amar lo que se construye. Un nuevo hogar y un juego de llaves universales. Sin mirar atrás, a la vuelta, sin sentir nunca la amenaza de ese iceberg poderoso del dolor que estaba ya derretido por la acción.

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viernes, 13 de diciembre de 2013

Convocatoria Academia - Revista sobre enseñanza del Derecho

sobre sorderas voluntarias y academias musicales - Baires
Difundimos la convocatoria de la revista Academia la Revista sobre enseñanza del Derecho de la UBA para los números 23 y 24 del año próximo (2014). 

Pueden acceder a los números anteriores, acá. 

Salud!

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El Departamento de Publicaciones de la Facultad de Derecho (UBA) convoca a profesores, investigadores y graduados de esta y otras Facultades nacionales y extranjeras a enviar artículos para los números de Academia. Revista sobre enseñanza del Derecho. 

Las contribuciones están sujetas a un sistema de referato (“peer review” bajo la modalidad de “doble ciego”) por parte del Comité Evaluador, integrado por profesores de la UBA y pares externos de otras universidades nacionales y del exterior. 

La Revista se encuentra indexada en Dialnet y fue evaluada y catalogada por LATINDEX en el grupo 1. La distribución es gratuita dentro de la Facultad de Derecho y es enviada a las distintas Facultades de Derecho y bibliotecas de países hispano-parlantes. 

Los textos completos de la Revista pueden consultarse también ingresando a los índices de cada uno de los números publicados en: 

La fecha límite de recepción es el 31 de marzo de 2014. 

 Los textos deberán ser remitidos a: academia@derecho.uba.ar; dpublica@derecho.uba.ar  

Pautas para la presentación de originales, acá 

Más información: academia@derecho.uba.ar| dpublica@derecho.uba.ar


martes, 10 de diciembre de 2013

#30AñosDeDemocracia: Presidentes democráticos y presidentes constitucionales


A 30 años de Democracia, y en medio de un complejo contexto social -en el que recomendamos leer las notas de Marcelo Saín, acá en El Diplo y Javier Auyero, acá en Clarín- transcribimos un breve texto que publicáramos sobre las diferencias entre los Presidentes democráticos y presidentes constitucionales especialmente relevantes en estas fechas.

no hay super presidentes, hay super déficits democráticos - Baires 2013
Presidentes democráticos y presidentes constitucionales
Déficits democráticos y memoria colectiva

”Iguales en el espejo de la muerte, como desiguales en la lucha que reanudarían al salir el sol; unos sin lo necesario, obligados a trabajar para ganarse el pan, y otros con lo superfluo en la privilegiada industria del ocio: amigos del Señor Presidente, propietarios de casas -cuarenta casas, cincuenta casas-, prestamistas de dinero al nueve, nueve y medio y diez por ciento mensual, funcionarios con siete y ocho empleos públicos, explotadores de concesiones, montepíos, títulos profesionales, casas de juego, patios de gallos, fábricas de aguardiente, prostíbulos, tabernas y periódicos subvencionados”
Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente, 1946.
                                                                        
                                                                                                          Lucas Arrimada.

01. En la actualidad resulta un error inaceptable confundir presidentes democrático-constitucionales con gobernantes de facto en un repaso de nuestra historia política. A pesar de ello, es predecible el disenso sobre cómo evaluar la legitimidad, la calidad democrática o el potencial democratizante de muchos periodos presidenciales, especialmente de las etapas de gobiernos pre-democráticos (previos a la inclusión legal de las mayorías masculinas en 1916, y femeninas en 1951, a través del sufragio) y por supuesto en los casos de gobiernos producto de alianzas cívico-militares y de gobiernos civiles resultado de un golpe militar, con partidos mayoritarios proscriptos.

En décadas pasadas, en contraste, fue muy común observar en manuales de historia, de educación cívica (¡!) e incluso en la cultura política reflejada en los medios de comunicación, menciones a estos gobiernos sin hacer distinción sobre su legitimidad popular o su respeto a las reglas de juego democrático. Era muy frecuente denominar "Presidentes" a aquellos que ocupaban de facto y por la fuerza, luego de golpes de estados usualmente violentos y sangrientos, el Poder Ejecutivo de la Nación. Similar situación se observaba en cada cargo ejecutivo de toda la estructura federal, desde "Gobernadores" a "Intendentes". En esos críticos escenarios, a nivel nacional, era muy común que el Poder Legislativo fuese cerrado y que el Poder Judicial, la Corte Suprema y los tribunales inferiores, opten entre la complicidad o la silenciosa renuncia (Nino, 2000:143).

02. En sus orígenes, el constitucionalismo argentino, al igual que la gran mayoría de sus contemporáneos, estableció una república conservadora y aristocratizante. En las palabras de Alberdi, para tomar una voz representativa de su generación, esa era la "República Posible" (Terán, 2008:91). Para los padres fundadores, había que asegurar las condiciones para la democracia, antes de abrir el proceso político. Primero el Estado constituirá a la Nación, para desde el Estado crear las condiciones para una futura democracia. Cláusulas que exigían requisitos de renta, edad y religión de forma explícita demostraban que la idea de democracia, igualdad e inclusión no era parte del plan constitucional original. El contexto social y cultural moldeó otras cláusulas implícitas (vinculadas a la clase social y al género), vigentes pero escritas con prácticas políticas de la elite, no con palabras. En definitiva, la República Argentina tenía un sistema institucional donde "el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes" (artículo 22 CN) sin competencia de partidos, ni muchas de las prácticas que podemos considerar tímidamente republicanas. Muchos teóricos, a causa de estas caracterísitcas que hablan de una concetración de poder en una esfera, pensaron en la íntima relación entre dictadura y constitucionalismo (Schmitt, 2001:114; Rossiter, 1948:61; Agamben, 2004:53-60), relación que la excepcionalidad en la Argentina, quizás demuestra. Posteriormente, con el desarrollo de la sociedad de masas y de los partidos populares, esta rígida situación comenzó a ceder debido a las transformaciones sociales y de la composición de nuevas formas y clases políticas. 

03. Según nuestra Constitución Nacional, los requisitos para llamar a alguien Presidente, esto es Presidente de un Estado Democrático Constitucional, es que haya sido elegido a través de los mecanismos pre-configurados por el propio texto fundamental, por la compleja práctica constitucional que se generó con leyes de desarrollo constitucional (sufragio universal, competencia de partidos políticos, publicidad, igualdad política, libertad de expresión, etc.)  y en un marco de estabilidad institucional. Sabemos, en este punto, que los mecanismos constitucionales no son democráticos (Dahl, 2003:24), ni contenían en el pasado muchas exigencias de estilo, pero incluso en su tibio compromiso republicano, se configuraban como demasiado exigentes para los gobiernos militares.

El avance de la cultura constitucional y de las prácticas democráticas en la sociedad argentina hizo que, luego de extensos periodos de inestabilidad político, en la reforma de 1994, con todas sus defectos políticos, las particulares constitucionales y déficits democráticos, se incorporasen mucho de los compromisos con la democracia que en la sociedad ya eran prácticas sociales. Esos cambios deben hoy convivir con institucionesy concepciones contra-mayoritarias, esto es, que desconfían abiertamente de la participación mayoritaria, la desalienta cuando no la impiden. Esa tensión de la democracia constitucional, aunque en este caso desequilibrada a favor de la Constitución, es inherente a la política democrática de las sociedades modernas (Habermas, 2004:153).

04. Por ello, cuando la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires inauguró gigantografías (en realidad, dos gigantografías y una placa conmemorativa) sobre los diferentes 15 egresados de la Facultad de Derecho que ocuparon el cargo de Presidente, podríamos pensar lo siguiente:

a. Nicolás Avellaneda (1874-1880), Carlos Pellegrini (1890-1892), Luis Sáenz Peña (1892-1895), José E. Uriburu (1896-1898), Manuel Quintana (1904-1906) y Roque Sáenz Peña (1910-1914) son todos presidentes constitucionales conforme a la Constitución histórica, porque en ese tiempo la Constitución Nacional estaba comprometida con un sistema cerrado, hermético y excluyente, muy elitista, sin competencia de partidos ni sufragio. En algunos casos, elites más republicanas; en otros, clases políticas más oligárquicas, más allá de las complejidades de cada periodo y de cada persona. No había democracia ni era deseada, estaba el alberdiano "Rey sin corona" constituyendo "el Estado" y "fundado la Nación" para el desierto. Tiempo después, con la aparición de los partidos políticos (la UCR, el Partido Socialista, entre otros) el juego se comenzará a abrir.
Entonces, éstos fueron presidentes constitucionales pero no pueden ser considerados democráticos. El carácter republicano, conforme lo podríamos evaluar en la actualidad, también estaría en jaque. Tal vez, algunos podrían sostener, fuese un republicanismo aristocrático, el que la primer Constitución Nacional parece proyectar.

b. Presidentes como Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930) y Marcelo T. de Alvear (1922-1928) son considerados constitucionales y, tomando en cuenta, entre otros matices de época, que las mujeres no tenían derecho al voto, parcialmente democráticos. Muchos podrán objetar que el carácter democrático se debe evaluar en términos contextuales y, por ende, deben ser considerados democráticos también, por ejemplo, apelando al estado de situación de la democracia en el mundo en esos años. Los objetores, en el marco de una discusión razonada, deberán argumentar la posibilidad de considerar democrático un régimen que excluía a las mujeres (y en Estados Unidos, por ejemplo, también a los afroamericanos) de sus derechos políticos más relevantes. Resulta muy difícil imaginarse ese argumento porque quizá no exista.

c.
 El problema de legitimidad se vuelve más intenso con presidentes como Roberto M. Ortiz (1938-1941) y Ramón Castillo (1942-1943) dado que son dudosamente democráticos (el segundo vicepresidente sucesor del primero) y también dudosamente constitucionales debido a que estamos en tiempos del históricamente reconocido fraude patriótico.

d.
 Arturo Frondizi (1958-1962) puede ser un presidente constitucional, de acuerdo a la Constitución de 1853-60, pero dada la proscripción mayoritaria del peronismo, no lo podemos considerar democrático ni republicano en el sentido fuerte. Frondizi asume luego de la formalmente fallida reforma de 1957, que es una convención constituyente con problemas constitucionales y, por supuesto, de legitimidad democrática, y del golpe de Estado de 1955.

e.
 Presidentes como Adolfo Rodríguez Saa (2001) y Eduardo L. Duhalde (2002-2003) pueden ser considerados constitucionales -aunque se podría discutir si la Ley de Acefalía es la mejor constitucionalmente hablando, si es coherente con el actual compromiso del Estado Democrático de Derecho, con una idea exigente de legitimidad popular y si en el 2001/2002 se debía haber convocado a elección para un nuevo mandato- pero poco (o no) democráticos (indirectamente, vía asamblea legislativa).

f. 
El único Presidente Cconstitucional y democrático (reconociendo que fue más constitucional que democrático), habiendo sido elegido por el antiguo sistema de colegio electoral, parece ser, de los 15 presidentes egresados de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Raúl R. Alfonsín (1983-1989).

05. El mismo análisis, limitado en este caso, podría llevarse adelante en todos los 156 años de historia constitucional argentina. Es importante, tomar esta oportunidad para dejar algunas cosas claras. En la construcción inter-generacional de la memoria colectiva está la posibilidad de seguir expandiendo las fuerzas y usos democráticos, de que la misma democracia se mejoren en un proceso de auto-reflexión comunitaria, incluso en sus tensiones aporías, por eso, es que los relatos que abren este tipo de acciones institucionales no son menores, ni insignificantes. Todo lo contrario, este tipo de acciones son muy significativas para la democracia en general, pero también para cada comunidad (académica, política, barrial, etc.), en particular. Estos actos simbólicos, y los signos que establecemos en el espacio público, como las estatuas, los nombres de calles, de plazas y de escuelas, importan ymucho. Las comunidades académicas de la UBA, UNLP, UNC o cualquier facultad, pública o privada, laica o religiosa, todas comprometidas con los valores, la práctica y la educación democrática no deberían dejar pasar la oportunidad para reforzar ese compromiso, expandirlo y profundizarlo.

06. Clase social y género. Sin dudas, la elección de resaltar el legado de los presidentes, de los diputados y senadores o de los jueces de la Corte Suprema, en un sistema político (todavía) elitista, resultará un espejo de ese sistema. La ausencia de mujeres en la construcción de los relatos históricos democráticos resulta, por ende, una muestra de esa parcialidad, no una anomalía. Una consecuencia predecible. Similar injusticia sucede con la exclusión de las mayorías desaventajadas, histórica y actualmente marginadas por su condición socioeconómica. Esas barreras, algunas más visibles que otras, deberían relativizar el mérito, de muchos de los hombres que ocuparon los máximos cargos en una sociedad clasista, elitista y con problemas de género. Esta situación se podría extender hasta nuestros días, en los que la igualdad política es la bandera de nuestra democracia constitucional. Muchos de nuestros derechos políticos y laborales, existen en los tiempos que corren, gracias a gestas sociales en las que participaron esas personas, mujeres y sectores populares, pero resultan invisibilizados por aquellos que piensan los derechos constitucionales como resultado de una convención constituyente o de un parlamento, y no del veradadero autor, un activo movimiento político y social que los impulsó, construyó yprotegió con su acción colectiva.

07. Por eso, sería interesante, más allá de publicitar a los Presidentes (constitucionales o no, democráticos o no) que son egresados de una Facultad, generar un debate para resaltar la legitimidad democrática en ellos y su posible legado político. Decidir destacar, con mucha pompa, a los Presidentes, muchos de dudosa legitimidad democrática, per se, con intentos sin duda bienintencionados y loables, puede ser parcial e insuficiente. Por ejemplo, quizás son mucho más destacables y ejemplares,  las historias de personas o abogadas y abogados comunes, de personas sin tanto poder, como las que fueron Supremo Jefe de la Nación. Se podrían recordar a muchos de los abogadas y abogados, todas personas "comunes" pero con extraordinarias actitudes en duros tiempos, que fueron víctimas de la última dictadura militar por defender derechos humanos, derechos políticos y libertades básicas, derechos que son fundamentales del constitucionalismo moderno, por ejemplo, presentando un habeas corpus en un poder judicial que denunciaba a los abogados/as y era cómplice silencioso del accionar de las fuerzas armadas y policiales en el terrorismo de Estado (CONADEP, 1994:392). Esa decisión, parece una elección en la que los miembros de una comunidad de estudiantes, empleados y profesores de una Facultad/Universidad debemos participar y aprovechar esa oportunidad para retroalimentar el compromiso con las prácticas democráticas y la memoria colectiva.

08. Presidencias democráticas y democracias presidenciales. Reparos y desafíos. La democracia presidencial tiene severos límites para ser una democracia respetuosa de la igualdad política, el debate público y participación de las mayorías en el autogobierno colectivo. Los futuros presidentes siempre serán -sólo un poco- más democráticos que los presidentes meramente constitucionales de nuestra historia, en el átomo de poder que un presidente puede ser verdaderamente democrático. Esta dificultad se potencia en el marco internacional de integración regional. 

La democracia, una democracia inclusiva, participativa y deliberativa, obtienen mejores condiciones, con todas sus dificultades, en espacios más reducidos en los que la comunidad puede participar directamente y, a la vez, en contextos en los que los factores de poder (electos y no electos) tienen menos capacidad de condicionar/determinar la decisión, que la sociedad activa. La democracia inclusiva y participativa tiene mucha más potencialidad en los ámbitos municipales que en niveles superiores. A medida que nos alejamos de  plataformas inclusivas, transparentes y horizontales más fuerte se vuelve el sistema representativo, las corporaciones económicas y más se debilitan las herramientas de control que puede construir y ejercer la sociedad en el sistema político. En fortalecer y expandir esas prácticas democráticas y espacios inclusivos consiste el desafío colectivo de nuestra democracia.

Lucas Arrimada es Investigador Adscripto del Instituto Gioja (UBA-CONICET) y Profesor de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho, UBA. (Publicado en la Revista Tomar Partido XXI 2009). 
Bibliografía:
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