la mejores lenguas son las que se traducen en un beso / la mejor lengua es la que traduce todo a besos - Baires 2013 |
XXXXXXXX --
en la agitada vida que duerme, ella suspira para ocultar los silencios en mentirosos espejos,
adornando con sal cada interrogante, despidiendo día a día las banales burbujas de la plenitud,
mieles históricas en noches de locura impar, caricias de manos contundentes y esos ojos hoy lejos,
le duele lo que ignora: el fuego cuando no purifica el alma y sus sueños, deviene la más sádica y cruel esclavitud
XXXXXXXXI --
bandoneones fieles en la primera fila, un misterio del abasto infernal,
orquesta típica, luz tenue, gradas extranjeras, dos miradas unidas, se comían
la razón romántica inscripta en cada labio lunar, en cada paraguita con lágrimas de chocholate leal
las paredes de balcón confesaban sus huellas de lobo excitado, la piel de esas sombras tersas ardían
XXXXXXXXII --
en el mercado de santos adoquines, en la casa de los ezeiza, respiro aristocracias de la afasia
encuentro en esas escaleras recuerdos sordos, un piso de granito color sepia, esquinas que hoy evito,
gorras animales, pieles, fotos viejas, sifones alemanes en el patio del tiempo, el lavadero de la eutanasia,
candelabros de lágrimas y escabios nostálgicos, escudos de plush en un día de lluvia, muy mía, un telmo maldito, ateo, infinito
XXXXXXXXIII --
ocultar en sábanas del olvido, el deseo universal entre los soles y las lunas
disfrazar en el ropaje de un silencioso llorar, los sueños desplazados en el horizonte
disimular en versos satánicos, secretas autopsias a ese Dios temeroso, traidor y mortal
y así enterrar la sangre de la furia que agita para que crezcan las raíces cuánticas de otro árbol febril
XXXXXXXXIV --
adorné tu cuello con abrazos invisibles y suaves, como los árboles de higienópolis visten sus escamas verdes,
vestí con las más finas cenizas de un sol excepcional esas heridas abiertas, como las calles de las favelas paulistas,
las sambas bandeirantes coleccionan vacío de ansiedad marchita como el concierto de apariencia en tu mirada esclavista,
la tensión de la bipolar ambición en la fría fuente del olvido de sal, obra enigmáticamente para que, aunque ya muerto en tus papeles, me recuerdes
XXXXXXXXV --
en el parque lleras, la inquisión de las miradas extranjeras ataca tu presencia, y se siente más allá de todo laberinto terrenal
inundás de añejado ron ese cuerpo que transpira, sudás hasta el lagrimal, la tristeza se subleva, los árboles se intimidan por tus quimeras
experto houdini, juego con las cadenas invisibles otra vez previsibles, el arte de la guerra del eros siempre te dará una fugaz superioridad
la noche intuye tu perfume de deseo y elixir, en el rito de tu frenesí corporal mi indiferencia es parte de este hipnótico talisman, tu debilidad
XXXXXXXXVI --
en la seducción de fotografiar un atardecer naranja, vos pasabas o posabas perdida, escondida
desorientada por el miedo, olvidabas la mirada diáfana de seguir tu destino, circular, clandestino
anarquismo emotivo en la tormenta de la filosofía sacarosa, panqueques de banana en olas insuficientes,
el mar masacraba las piedras frágiles de la porfía, el sol huía irritado para no llorar mis fuerzas ya hirientes
XXXXXXXXVII --
mi perfume de canciones tristes atrajo tus cicatrices suturadas con caricias de fogones
esos versos escritos en ese cielo que es pizarrón cuando lo pintan rojizo y feroz, color corazón
son secretos para aquellos que se abandonan en el sinsentido de su profunda y sorda desolación
en tu dulce sonrisa de jueves encontré la pureza de proyectar esa flor ardiente llena de ilusiones y sinrazón
XXXXXXXXVIII --
camino calles opacas donde veo parejas arrastrando sus silencios, lo indecible, lo fugitivo
noto ese puente roto entre los dos, el derrumbe del hilo comunicativo, amoroso, caritativo
recuerdo esa noche en la que te dejaste caer en el lago cruel, me reí, nervioso en la tormenta del eco infiel
cruzaste la vereda, instintivamente huí, desmayaste tu ser, empezaste a desperdirte ahí y olvidar aquel fuego criminal del hotel
XXXXXXXXVIX --
en el mar muerto, la noche me acaricia las penas con alcohol elegante, mi densa soledad que no se hunde en este agua pensada
no se puede morir sin astillarse en espinas de humos, hachazos de recuerdos que golpean donde la raíz está más húmeda y fuerte
en el lugar donde la sabia es obstinación de árbol experiencial, existencial que no ha dado sombras, respetados soles madres y padres, familiar calor
nos nutre a todos un sol goleador, invicto de tristezas, porque todos los ícaros lo tributan en su morir precoz, lejano y con toda su justicia, siempre atroz
XXXXXXXXX --
una vieja bruja peruana, me contó de su nuevo paraíso, sus alegrías, sus lágrimas azarosas, que llueven en un horizonte distinto, sin frontera
en tierra roja, en costas amarillas, ante cualquier chispa fugaz, sus gritos mudos, sus alas rotas, los tragos amargos, la paloma que espera,
sus viejos errores, sus visitas higiénicas, sus nuevos juguetes, sus sueños recurrentes y después susurró con énfasis que debía ignorar todo lo dicho en ese preciso instante,
me miró con su ojo blanco y lo borró todo, me tatuó en la memoria suturada, desconocer el rencor, transpirar el perdón, olvidar lo olvidado y no esconderle al corazón ningún interrogante
XXXXXXXXXI --
ni el peyote intravenoso, ni un baño de mezcal, ni la más puras sustancias oníricas, ni el arco iris atesorado puede con el licor de melón
nada como la ferocidad inmortal, la que devora, la que come los huesos por dentro, las pirañas sensuales, pulveriza todo con erótica y estética furia
hace trizas las cenizas, hace hervir los mares de la nostalgia e inunda todas las costas de la carencia rizomática con la sugestiva táctica de la lujuria
puede con toda tribu y caciques del consumo, indios de plumas de gallinas rancias, no saben lo que es poseer un motor muscular indomable como un malón
XXXXXXXXXII --
el rito de iniciación fue ante un jardín de sollozos, con el viento de las perlas del pacífico que bautizó su fuego sudoroso
escuchaba la cumbia de sus lágrimas idiotas, relatos de pirámides imposibles, de catarátas de sufrimiento en forma de un anillo
y en las cumbres de Miraflores, los ecos nómades de magos poetas, denuncian el triunfo de ese beso robado al ritmo del lenguaje madre
pisco extraterreste y un gota de sangre frita por la vida, por la carencia, una piedra de plaza San Martín, secretos pases y conjuros poéticos
XXXXXXXXXIII --
aplausos unánimes de una multitud de silenciosos latidos se reflejan en el cuerpo tímido, sus ojos exhorbitados, su voz quebrada y sensual
esperando un ascensor lo encontró, no habrá otra oportunidad, los labios apretados, lo fugaz y lo eterno en ese bello cavilar, no podrá olvidar
su cuerpo ganó vida inundado de temblor, sus músculos sublevan los intentos delicados, disimulados, fracasó su fina estrategia de controlar
en ese aeropuerto se despedirán para siempre, ella descubrió en ese instante: su deseo es una flor carnívora y salvaje, todo un lenguaje primal
XXXXXXXXXIV --
esperar la prisa, ansiar la paciencia, fumigar todo el jardín de mi disciplina para que florezcan las intuiciones matemáticas
abordar el abismo de los laberintos de las certezas enterradas, en el museo de las ofrendas a los amuletos paganos de una deidad imperfecta
en la ceremonia de los corpus de ars moriendi, que fallecen a cada respiro de su insomnio de sirenas que encantan con miradas fatales
en la cruz de llevar la verdad ante todo, antes de abismar el plan de hacer lacrar el cielo con riego del mar de juventud fugaz
XXXXXXXXXV --
una mañana de marzo astral, un saco de pana polar y un jarrito con crema, inundaron el mostrador de ojos
escribiendo expedientes de café, sirviendo medialunas de antojo, absolviste a corbatas apestosas y sombras sospechosas
en un sonriente agosto acompañada, saltabas las avenidas liberadas, mientras el sauce sangraba sus penas y abrían sus cerrojos
con los años, tu capullo arde lo vital sin igual y con cada cambio de piel abismás como las mariposas en climax, las más vertiginosas
XXXXXXXXXVI --
en ese bosque de caballos maltratados, las piñas cerradas caen de árboles intimidados por tu llorar
en ramas que brotan tus carencias con gritos de amor vegetal, espinas de pavor a todo ardor magistral
en tu instintiva ansiedad, tuviste todo y querés exprimir conmigo otra víctima, para luego despreciar tus conquistas,
sin saber estás construyendo un pater hotel de ecos masoquistas, tu alma tierna no quiere salir de los etéreos espirales solipsistas
XXXXXXXXXVII --
como animales salvajes, la salsa y los bailarines hacen un show de chispas y estelas de aguardientes,
en una Cali primaveral, la noche se esfuma en un cuartel carnal, montañas de luces, un ron educa la garganta áspera,
una amazona conjuga sus ojos verdes esmeralda para hablarle a un espejo opaco, un tímido ser de velas diferentes, pacientes
latiendo la filosofía de la fidelidad, rara avis en este zoológico de feroces sexualidades, defiende a la gota de fuego compañera como un abismal zorzal
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y en esa esquina vos me arrojaste una mirada sutil y animal, nos cruzó el azar del arte y el misterio
vos estabas camuflada de baterista, loca y sensual, yo trabajaba en la mudanza de un bosque otoñal
en la ceguera caí, busqué en mis venas, y no hubo rojo igual desde que rocé mis ojos con tus labios al pasar
tu presencia intuyo en las cumbres de mi montaña existencial, te hicieron orfebres de los sueños, tu imperio es total
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y de rencor están hechos los hilos que te controlan, zombie con odio, tu hambre voraz,
alienación por consumir, tapar, nunca enfrentar sino maquillar la angustia de este segundo siempre efímero
sólo el olvido es un ataúd intenso, pacífico, inmenso umbral, el mejor para tu crimen invisible y muy predilecto,
mientras tanto, muy lejos, en galaxias oscuras, impuras, palpito el sol negro de la soledad en mi asma insurrecto
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sin bandoneones agrios, los grillos me hicieron un concierto de relámpagos
seducían a tus labios como magos los gritos de los asteroides en mis manos,
la noche en silencio lo inventó todo, inspirando a estrellas marcar mi cuerpo, ese desierto
me sabías el que escribía esas auroras boreales en tu mirar, mientras tu cuerpo se sublevaba
CV - 1989.