domingo, 10 de febrero de 2013

Haikemas ┼ Richard Hawley - Tonight the streets are ours


transitar las luces, en cada esquina de sombras, en cada bache del olvido - NY 2012
Volvemos con CV, del libro de los Haikemas de los 70-90, junto al gran Richard Hawley,(acá su web), una joyita británica, independiente, under, su paso por Pulp, sus letras buenísimas y por supuesto algunos pecados perdonables (como escribir canciones para/con Robbie Williams). Cuesta arrancar con Hawley, pero cuando pacientemente escuchan las letras y ven un show en vivo, si le dan una oportunidad a este temazo, por ejemplo, le abren la puerta a su discografía predilecta. Transcribo, seguimos y salud!

XXXXXX --

escribo este libro en las arenas de la luz accidental
en playas de fuegos iniciales, infinitos, abismales
las nubes nos recuerdan en sus formas casuales
como dos amaneceres dinamitando hitos infernales

XXXXXXI --

trotando en la ciudad de las migajas ajenas
encuentro el sendero y en el piso una fotografía hueca
frente a la tumba de mi abuela, visito escenas sin cadenas
niñez de sal, nadando en el pozo ciego, telón errante, cae la lluvia seca y distante

XXXXXXII --

arrebata, devora todo sin señal, sin cesar, cual vudú caribeño
no domina, no controla, simplemente penetra el verbo, la acción
es un puente sexual entre la piel seductora de la utopía y la opresión
los más libidinosos instintos que se exorcizan en los expedientes del sueño

XXXXXXIII --

los primeros pasos esmerilados que di en las playas de canto rodado
fueron en tímidas sillas de ruedas, gateando cada pesadilla en el cangrejal
no son para las promesas de auras pomposas, clasistas, las aguas de Maldonado
nutren a los unicornios contaminados que crecieron mutando en el salitral

XXXXXXIV --

madrugada en tierras paulistas y federales, un taxi me lleva a un café cerrado
las fabricas roncan, bicicletas van a trabajar a las montañas, obreros del calzado
zapateros industriales habitan Franca, carteles amarillos skull disuelven mis lagañas
mientras escribo esta postal, con la pasión intacta, tu duda maternal da todo por terminado

XXXXXXV --

ni Prometeo ni Adán han existido, la llama primal no es tan esencial,
ni Caín ni Abel, la venganza es la sangre agria del propio desprecio
el perdón es una cruz, el rencor un ancla, la llave del mar está en el olvido
no hay misticismo ni máscaras de clavel, simple es: la libertad tiene su precio

XXXXXXVI --

en esas horas que nos despertamos enfurecidos por lo inaudito de este mito
descanso mi pobreza en tu pecho leal, cruzando mis piernas sin ninguna sutileza dual
despejo el miedo mortal, soplo los traumas fantasmas y descifro tus logaritmos engualichados
anida en mi orfandad espectral el karma protector de la curandera de la Villa que murió en mi rito inicial

XXXXXXVII --

recien pintadas, las aulas impares, parecían ideales
para ver tus alas revolucionadas, las escaleras bajaban sensuales
la flor cristalizada nos miraba, metálica, testigo imprescindible
los árboles eléctricos no podían evitar susurrar sus sabias tragedias

XXXXXXVIII --

recuerdo tu mirada disecada, disociada ante mis cicatrices de martes
respiraba polvo en tu oasis de caricias patricias y negué el desierto abierto
mis pies sangraban gritando rojo intenso cada vez que tu carbón desleal ardía
mucha deshonestidad sin pulir impedía entender que mentir es el elixir de las bellas artes

XXXXXXIX --

recordar una caricia de sal como una herida fiel
ocultar todo lo escrito en esas hogueras de tintas
hacer arder otra vez, en cada suspiro, las palabras extintas
con las sirenas que se ahogan en las profundidades de mi piel

XXXXXXX --

que el silencio no sea un témpano
que te llegue al pecho latente, inocente
una fría decisión de ficcionar el pasado lejano
ni ocultar en una agria memoria nuestra felicidad ausente

XXXXXXXI --

en los árboles solemnes que nos escoltan, no dudo
la pampa fraternal festejó una unión, santa rosa de espinas sumisas
líneas blancas nos guían, avanzamos con una lluvia de futuro, sin apuro
tan tuyo, lo avasalla todo ese perfume a chocolate relleno de ojos celestes y sonrisas

XXXXXXXII --

en las noches más cerradas corro con seguridad
no voy a cruzarte en los laberintos de las sombras arpías
tampoco entre ratas y sus corbatas en los tranvías de la ciudad
ni en mis memorias convexas del basural maternal y sus sobras tardías

XXXXXXXIII --

hay un momento, en el que te perdés, lo ves, ya sabés
en horas de duras certezas, de sueños dominantes
resistiendo recuerdos, respirando esos instantes al revivirlos cada vez,
lo indecible al revés, lo que se te impone carecer, para siempre es

XXXXXXXIV--

bicicletas blancas rezan en esquinas sin nieve ni cruces
estrellas amarillas atestiguan días grises y trágicos en las calles
murales reclaman justicia para penetrar con luz la impunidad de lo inaccesible
el río de la memoría social arrastra todo salvaje, el cómplice cauce lo oprime invisible

XXXXXXXV --

no sé porqué, en la casa de Goethe
me senté bajo un árbol de flores caídas, azules, agrestes
en un banco te recordé pintando los retroactivos siete baúles
en los que guardabamos alegrías perdidas, nuestros cuerpos celestes

XXXXXXXVI --

vocación de momia, consumir y olvidar bajezas
abrazar lo que muere, sin modo lo querías todo
diálogos de diamantes falsos, brillando más tristezas
en el cuarto de milenio despertás, perfumando flores de lodo

XXXXXXXVII --

no te alejes de la simpleza, en el lago puelo, escondida
los huesos sienten lo estructural del respirar desértico
con la música de la pureza, el arrayán del más allá te devela
la magia azarosa de curar el eco solitario de una piedra herida

XXXXXXXVIII --

en el cementerio de Maldonado todo es constrastes de existencias
vidas de plásticos abandonadas, en playas donde maridan heroínas
arenas de glamour en cada herida, la carencia en la opulencia, su insistencia
vidas que no transpiran ni imaginan, los fantasmas dan sus condolencias

XXXXXXXIX --

tu amor me endureció el corazón idealista
en ese largo termidor, se desangró feroz y sin calma
sigue llorando piedras mixtas, sin aristas, tras la revolución egoísta
imposible ser reformista cuando se te abisma cuerpo y alma

XXXXXXXX --

en esas calles anónimas, caminamos en secreto los días de vértigo extranjero 
incendiamos todos los miedos en un hotel escondido en la noche medieval
en esa habitación con ladrillos en llamas opacamos la perfección universal
ardimos hasta que la sed nos devolvió unidos tras el arco iris de ese brillante enero

CV - 1991



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