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sellar es marcar y cerrar es sellar - Londres 2011 |
Haikemas (Haikus/ Poemas) de nuestro siempre recordado poeta y compositor CV. Salud!
XXI --
en una ventana que ya no existe
esperé tu amanecer infinito
en aquel mediodía que atrapó al sol
y todos los helados se eclipsaron
XXII --
nubes de esas calles medievales
con secretos laberintos del saber
gárgolas que susurran siglos de soledad
con todas las sonrisas ausentes
XXIII --
caminar las calles de Da Vinci
encontrarse con todas las estátuas de Europa
sin dejar de extrañar una piedra magistral
en la punta soleada de la costa oriental
XXIV --
sitiar la ciudad con flores indomables
conquistar a los árboles gigantes con los ojos
inundar de miel los sueños que insisten
mientras un jardín se despierta en la semilla
XXV --
y en el edificio del siglo quinto
todos los espejos contenían su juventud
los tesoros, dos días al mes, le cantaban
y en cada brillar abismaban plenitud
XXVI --
un grito, una moneda de deseo ejemplar
arrojada, abrazada en la Fontana de Trevi
después silenciada, nunca acompañada
por un ruidoso deseo de moneda velar
XXVII --
monedas de dos miedos, de dos amores
personas de dos caras, de dos valores
miedos de una cara, de un silencio
soledades de unicornio feroz
XXVIII --
morar en ese candado amarillo
abandonado en los cañones de Artigas
moldear las calles de una ciudad añeja
en una inmensa feria de recuerdos
XXIX --
hambre de incendios en los ojos
sed de gritos en el cuerpo
parálisis de horizontes verticales
intentos de superar el lenguaje de la carencia
XXX --
incendiar el hambre de los ojos
ojear el incendio del hambre
hambrear a todos los ojos incendiarios
y que me pulverizen sus llamas
XXXI --
seducir la sed del silencioso
silenciar la sed del seductor
sedentar el silencio seductor
soles de silencio al seducir la sed
XXXII --
distantes como las mujeres en la medina
ramificados como los laberintos abrazando la mezquita
estrelladas como las noches en el Sahara
recuerdos de un mediterráneo golpeando los pies de mi mirada
XXXIII --
vértigo de la nueva comodidad
adormecer la braveza del fénix,
búsqueda en el basural del más allá
de lo irrepetible y eterno en lo fugaz
XXXIV --
valle de la carencia, su inmanencia
un alba de nuevas caras sonriendo
doblar el horizonte con la pasión
tormentas de sangre, la fortaleza y su permanencia
XXXV --
llueve licor en un horizonte de naranjas
y en esas lágrimas de recina
arde toda la memoria del cuerpo nostálgico
por todo el bosque de sudor
XXXVI --
y al abolir el riesgo, evocar las distancias de los carentes
y al poseer la desconfianza, adelantar el duelo en desvelo
y al dejar entrar el miedo, dinamitar los puentes imponentes
en el fuego, todo es pleno
XXXVII --
gritar, dormir, llorar, todo vale, nada es poco
romper, golpear la ausencia, rezarle a las sombras del olvido
quemarse, violentarse para abrazarse, pacificarse
lo que sea para evitar la poesía que conjura al fuego
XXXVIII --
desesperado corro y diluvia nostalgia en el ocaso
mis piernas valientes, mis pies dolientes
no tienen miedos asmáticos, saben, las cicatrices son actrices
el corazón es un músculo espiritual, el aire es lo sentimental
XXXIX --
desolado por un abril de oscuridad
temblando por un agosto de sombras
homenajeo aquel junio de puentes rojos
y siembro luces de un diciembre de alondras
XXXX --
árboles de miel nutridos de memorias
con savia que fluye en ramas que amarran
y hojas rojas que arrojan colores de pájaros
icebergs de raíces fuertes como rieles, siempre fieles
CV (1988).