miércoles, 30 de mayo de 2012

Mañana: Cárceles y Servicio Penitenciario Federal


Nos envía -el amigo LF- esta información importante para mañana jueves 31 de mayo a las 18 horas.


Reestructuración y desmilitarización del Servicio Penitenciario Federal
“SISTEMA PUBLICO DE CUIDADO Y RESGUARDO DE DERECHOS EN EL CUMPLIMIENTO DE LA PENA”




Acción colectiva y derechos (o cómo la propia sociedad puede proteger sus derechos)


Andy Chango - NY 2012
Hoy estuvimos discutiendo, como invitados en una de las comisiones de la Facultad, sobre derechos sociales, debilidad judicial y nos preguntabamos sobre las diferentes vías para expandir y proteger derechos en general y derechos colectivos en general. Mencionamos algunas ideas, publicadas hace un tiempo en esta nota de P12, sobre cómo la construcción colectiva y horizontal de derechos a veces iba de la mano -pero a veces no- con la estrategia judicial. Adjuntamos la nota que se puede leer acá.


Acción colectiva y derechos de los grupos desaventajados 

Después de todas las resistencias judiciales y administrativas, de la debatida sesión en la comisión de la Cámara de Diputados y de haber obtenido legítima presencia en la agenda pública para el 2010, el primer matrimonio entre personas del mismo sexo se pudo concretar en diciembre pasado, no sin sorpresa, en la provincia de Tierra del Fuego, con gestiones de las autoridades provinciales, el cuerpo legal del Inadi y la federación LGBT. Así se logró un importantísimo paso para que el cambio social se traduzca en un cambio legal y esa transformación legal impulse más cambios sociales. Este proceso fue una combinación de actos, militancia política de la comunidad LGBT (Lesbiana, Gay, Bisexuales y Trans), estrategias legales, decisiones judicialesadministrativas con sus respectivas apelaciones y cambios de jurisdicción. Su resolución política nos permite tener una muy buena oportunidad, una vez más, de reflexionar sobre las formas de las luchas sociales para la expansión, protección y concreción de derechos. 

La decisión judicial, dictada por la jueza Seijas en noviembre pasado, que reconoció la violación de derechos humanos básicos establecidos en la Constitución Nacional, fue un avance normativo evidente, más allá de que no haya podido implementarse. Bien fundamentada y razonada, la sentencia permitía no sólo resolver el caso individual e introducir un precedente, no obligatorio pero muy relevante, para futuros casos similares, sino que principalmente ponía argumentos de peso en el debate del espacio público. A pesar de lo que pueda parecer a primera vista, este fallo no fue el comienzo sino un paso más, significativo sin dudas, de los que viene realizando activamente y en constante movilización la diversa comunidad LGBT. 

Suele suceder, las reformas legales o sentencias de vanguardia son producto de procesos de que pueden venir desde arriba o desde abajo, desde el sistema o desde la sociedad con movilización y luchas sociales de largo plazo. Cuando se concretan, paradójicamente, se invisibiliza el proceso y sus principales actores. Se piensa que se está ante una línea de llegada y no ante un paso más; se siente que la lucha terminó, a pesar de que debe continuar, se piensa que se está adentro, pero simplemente se está frente a una puerta abierta. 

La decisión del jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de no apelar la decisión demostró (más allá de las razones de fondo) la importancia y la presencia de la comunidad en el espacio público y del apoyo de la sociedad a ésta, resultado de ese proceso de cambio social, de transformación de las preferencias sociales resultado de un diálogo intergeneracional y educación democrática, vía la práctica social de la democracia. Esa presencia en la esfera pública es resultado de un proceso de liberalización y movilización política, de incidencia en el espacio, que se ganó el respeto, más por la presencia social que por la acción judicial. Judicial y jurídicamente, en la actualidad, hay más resistencias y prejuicios infundados que en la misma sociedad, tomando en cuenta encuestas y la opinión pública en diversos medios. En definitiva, el matrimonio es un hecho culturalmente tolerado a pesar de que legalmente puedan aflorar obstáculos legales y resistencias reflejas. 

La concreción del matrimonio de personas del mismo sexo de diciembre pasado, con su formalidad de ley, con apoyo de autoridades de la provincia y de la Nación, es una victoria legal no sólo individual sino de un capital simbólico y cultural que expande las libertades de un grupo social, a la vez que demuestra madurez de una sociedad, antes más renuente. Los nuevos fallos, sean de primeras instancias o de la mismísima Corte Suprema –que ya evitó expedirse hacia fin del año pasado–, podrán ayudar (o no) pero no reformarán el derecho ni sus prácticas. Es por eso que en el plano legal la verdadera batalla sigue pendiente y tendrá lugar, en el corto plazo, en el Congreso de la Nación. 

La lucha por el derecho en el plano judicial y en el plano administrativo tiene severos límites que hay que superar políticamente. En cambio, la lucha política en el campo de lo social por los derechos tiene una vitalidad siempre mayor y es por excelencia dinámica. Su lenguaje es el de la sociedad misma que cambia, autolegislándose, sin necesidad de jueces o legisladores. La sociedad posee hoy una práctica social que reconoce derechos donde las leyes y el poder judicial los desconoce. En la militancia de derechos que muchos grupos políticos, colectivos sociales y ONG realizan, se fomentan y cosechan los aprendizajes que en democracia la sociedad desarrolló para reconocer y proteger expresiones y formas de vida alternativas. 

En lo social está la principal arena pública y el objetivo más importante que la comunidad LGTB tiene por delante. Es por eso que también allí se da la verdadera batalla política para cualquier derecho, para todos los derechos. Puede que el congreso refleje esa arena o sea, como a veces resulta: sordo y ciego a ese cambio, cómplice inercial de las injusticias. 

Es por eso, que en este 2010, la lucha todavía sigue siendo en la sociedad y con la política, estos ámbitos deben impulsar la activación del espacio público legislativo, allí es donde la lucha continúa, no sin dificultades a vencer, ni quietismo a evitar. Finalmente, cabe recordar que las libertades y los derechos, logrados colectivamente por generaciones de argentinas y argentinos, se defienden colectivamente con la acción política de sociedad pero desde la misma sociedad. Se puede pensar en los procesos de memoria colectiva y de igualdad de género hoy abiertos, y en el respeto social al derecho a la protesta (que reduce la criminalización). El cambio legal se consolida en un proceso social cuando consiste en una verdadera transformación que se produce en la misma sociedad y, eso mismo hace que se dificulte (o impida) el retroceso, la regresión. En eso consiste su fortaleza, su principal y fiel garantía que la sociedad protegerá ese derecho con su práctica social de todos los días. 

Si esta lucha se logra, repercutirá en otros conflictos de la comunidad específica pero también nos permitirá refrescar una importantísima lección de cómo los derechos se conquistan, y de cómo defender los derechos de un grupo permite aprender a proteger los derechos de todos. Con eso detrás, deberíamos pensar colectivamente cómo podemos establecer una agenda, múltiples agendas, para proteger los derechos de miles de personas que viven en la pobreza extrema, en la desigualdad educativa, en la explotación laboral, en la exclusión social y en la ausencia de peso político de sus reclamos en un sistema institucional que se presenta, tantas veces, ajeno a esa sociedad. 

Lucas Arrimada * Profesor de Derecho Constitucional. Investigador Adscripto del Instituto Ambrosio L. Gioja, Facultad de Derecho (UBA-Conicet).

lunes, 28 de mayo de 2012

Parabéns Miguel Godoy!!


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Felicitaciones para el colega y gran amigo Miguel Godoy que presenta su libro el viernes próximo. Miguel es uno de los jóvenes profesores demócratas deliberativista que tiene Brasil y también latinoamérica. Ha visitado las Universidades de Buenos Aires y Córdoba, tanto como investigador visitante como expositor en Jornadas y Congresos. Todo un joven promesa, de la academia y de la función pública. Seguramente lo veremos por este blog más seguido... 

Miguel, como no podía ser de otra forma, comparte con un gran equipo de pesquisadores y profesores el Núcleo (grupo de investigación) de Constitucionalismo y Democracia de la gran Universidad Federal de Paraná en la preciosa ciudad de Curitiba. Su más que recomendable blog lo pueden ver por acá.

Saludos para todxs por Curitiba, éxitos en la presentación y más felicitaciones para Miguel!! 

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Envio em anexo o convite para o Lançamento do meu livro Lei Orgânica da Defensoria Pública do Estado do Paraná Anotada. É um livro objetivo, para os que vão prestar o concurso e os que serão defensores. Abaixo de cada artigo da lei, há a reprodução dos artigos das leis que o fundamentaram (constituição federa, estadual, lei orgânica nacional, lei orgânica de outros estados). Assim, o leitor poderá saber exatamente da onde veio ou em que se fundamentou a previsão da lei paranaense. 

Como a Faculdade teve participação ativa no processo de discussão e redação da Lei, o lançamento será lá e gostaria muito de contar com a sua presença. O Lançamento será no dia 01/06 (sexta-feira), às 18:30, na Faculdade de Direito da UFPR - Praça Santos Andrade, n. 50, 1 andar.

sábado, 26 de mayo de 2012

Noches blancas ┼ Honey White - Morphine


bosque blanco - Embalse RT 2012

Noches blancas

Ahogar penas,
nunca
amasarlas
domarlas
transitarlas
conocerlas
vivirlas
nunca ahogarlas

hacerlas nadar
en otra dulzura
dejarlas a la corriente
de aquel bravo mar
llevarlas a esa playa
donde tres veces,
explotaron juntos
con tres lunas rojas
mudas y desnudas
y en un amanecer
buscar lo que queda
de las brazas infinitas

arrojarlas
a ese viento costero
de enero testigo
lavarlas en sal
para después
dejarlas al aire
respirar recuerdos
hacerles el amor
en la calle,
tras un paredón
hasta que los vecinos
curiosos, se quejen
del ruido de los grillos

abrir las ventanas
de las heridas
cicatrizarlas
en carne viva
sin temer
la piel curtida

atravesar el desierto
con ellas al hombro
superar los médanos
de dudas y desolación
condimentarlas
con la soledad
necesaria y
vestirlas de duelo
saberlas perdidas
reencontrarlas llorando
sentirlas en la sien
bañarlas en sueño

ahorrar penas
para las causas justas
para los amigos
que se van
por las luchas
que se dan
nunca extrañar
la carencia presente

ahogarlas sí
en nueva ternura
en nuevos soles
en licor de melón
en otra miel, con otra piel
en otro corazón
con sonrisas y caricias
conquistas y cosquillas
mariposas y sorpresas
día a día
nuevas cosas

reescribirlas en la historia
del mañana
reconquistar el sentido 
de resistir
la tentación de la certeza
de una flor marchita  
de un fuego inseguro
de un ardor miedoso

elogiarlas todas
las que fueron
son y serán
las que se entregan
y entregarán
en otras noches inquietas
nunca mansas
pacificarlas
aprender con ellas
escucharlas
criarlas para más

abrazarlas
como un árbol de luz
en el bosque del dolor
mucho más allá del sabor
de helados derretidos
de uvas congeladas

repito
no ahogar penas
nunca
jamás
siempre, siempre enfrentarlas
transformarlas
en un motor
en nuevo fuego
en fuente de vida
inspiración
reconquistarlas
siempre, siempre abrazarlas
en esas noches blancas
que mientras duran
son eternas.

CV (1982).

viernes, 25 de mayo de 2012

La revolución es un sueño roto


Hace un tiempo transcribimos algunos pasajes del gran libro de Andrés Rivera "La revolución es un sueño eterno", acá (o acá ya traspasado al archivo local). Ahora, cambiamos de registro y transcribo uno de los capítulos del imperdible libro -que ya es clásico- de Washington Cucurto "1810: La revolución de Mayo vivida por los negros". Si no conocen a Cucurto, su poesía, sus cuentos, sus libros. Bueno, se están perdiendo una faz bien genuina, barrial e ingeniosa, ácida, avivada y transfuga de la literatura reciente. Más info de Cucurto y de Eloísa Cartonera, su proyecto editorial, acá. Obviamente el registro es otro, bien diferente pero tan exquisito como divertido. Lean con sus propios ojos, si es que se lee con los ojos. Salut!


Sifones pátrios y el sol de Agosto - Saint Telm 2011

Ya la noche llegaba con sus pespuntes de colores, sus juegos artificiales, sus explosiones de cometas y asteriscos, sus locuras de conquista espacial. La luna blanqueadora de mi vida, novia prohibida de mi infancia, ¿te acordás de mí? Soy Pili, Pilito, Pileiyu, niño vendedor ambulante del Camino Negro, la Virgen de Itatí, Puente 12, Ingeniero Budge; Soy yo quien te escribe al final de esta novela, al final de esta sátira antipatriótica a principios del siglo XXX después de Cristo. Vos, Luna, que nos acompañaste desde el momento más terrible de nuestra iniciación, fuiste testigo de todas nuestras locuras, de nuestras inescrupulosas hazañas, de nuestras mentiras glorificadas en pos de la guerra, de nuestras revoluciones ideológicas en donde nadie piensa; vos luna, palo de la luz, pis de perro, donde un borracho escribe su poema; palo de la luz de mi barrio, palo de la luz que en un baile en Tucumán viste a mi padre y a mi madre jovencitos. Oh, luna, dorado instrumento donde nuestros fracasos se convierten en cuerdas.


Ya vos, ya ella, mi novia prohibida de mi infancia, la luna a miles de kilómetros de distancia, miraba asombrada, una vez más, el desastre que ese 25 de mayo llevaban a cabo un ejército y media docena de parias, ex revolucionarios, ex ideólogos, ex vecinos, ex todo; la derrota está próxima en el horizonte de papel crepé de la Primera Junta para nada libertadora.

Los soldados de Cucurtú -viendo que no podían abrir las puertas del Cabildo y recibían de sus morados internos, que no se encontraban parapetados, piedrazos, ollazos de agua hirviente, tiros- decidieron incendiar el Cabildo, ¡Otra vez más!

Nahuelito, lugarteniente de Cucurtú, dijo:

- Muchachos, esperen que así no vamos a ningún lado.
- ¿Y qué hacemos con estos traidores? - dijo Chilavercito, otro líder del ejercito.
- Hay que echarles humo, así salen asfixiados.
- Usemos la cabeza.
- Me parece que este Cabildo es un prostíbulo... -dijo el argentino.
- Argentino, vos solamente usás la cabeza... de tu poronga- le dijo Nahuelito.
- Trepen encima de las tejas y mándele antorchas al interior -le dijo Nahuelito.
- Trepen encima de las Tejas y mándele antorchas al interior, así van a salir.

En el interior del Dobilca, los hermanitos Moreno, Alberti, Castelli y toda la cream mojaban trapos y se los ponían en la boca para poder respirar por el humo. Fumaban mucha hierba mágica y provocaban a lo loco.

- ¡Si son machos, por qué no entran, cagones! - gritó Alberti.
- ¡Sí, Cucurtú, vení a sacarnos vos mismo, si sos macho! ¿O sos un traidor realista atolondrado? - gritó Castelli, inspirado con ello, sin saberlo, una nueva corriente literaria que haría estragos en América y Europa doscientos años después.

- ¡Ahora tenés miedo, maricón..!
- Si tenés huevos, entrá, mariconazo....

Mientras tanto, en la otra punta de la ciudad, Belgrano incendiaba el puerto, la Alcaldía, la Plaza Mayor, la South Company, degollaba al viejo virrey Cisneros y al futuro virrey Liniers. Incendió el barco carbonero san martiniano tan propio, con la duda de saber si San Martín estaría todavía dentro de él.

¿Estaría, ahí adentro, el gran Liberatador, el hermano ilustre de todos los indios americanos? ¿Terminaría de esta manera, en esta novela, sin un chaucito, el protagonista principal de la América de Indias? ¿El extraordinario Señor Topu terminaría finalmente a oscuras, muerto, ahogado, en un barco carbonero? ¿Y yo? ¿Y ustedes? Y el maldito lector manducador de hamburguesas en Mac Donalds, ¿no moverá un dedo y lo exigirá todo? ¿El autor es el esclavo del lector? ¿Es el lector el gran tirano, el parásito de la cultura nacional? ¿Nadie va a hacer nada? ¿Nadie va a tirarle un pedazo de soga, una palabra de aliento, nadie va a echarle una mano al maestro ilustre? ¿Vamos a dejar que nuestro héroe personaje se nos muera sin ton ni son?



- Si es así, perfecto, mato dos pájaros de un tiro- pensó para sus adentros Belgrano.

Su lugarteniente, Clodoaldo Maripili dijo:
- Es posible que esté dentro del barco y el barco se incendia en medio del Río de la Plata. ¡Hay que hacer algo! ¡Belgrano, hagamos algo!
- No hay nada que hacer, Clodoaldo, la historia ya está sellada, dejemos que el barco se hunda.

Clodoaldo, que no sabía nadar, se arrodilló en el empedrado del muello y se largó a llorar. "¡San Martín, amor de mi vido! ¡Amor mío!" Se saco las botas y corrió hacia la boca de tigre que son los remolinos de agua del río y se lanzó, desapareciendo entre la muchedumbre de burbujas. Glub, glub, glub, el agua se comió su figura de mulato, enamorado de la revolución; ahora sí, que la verdad sea dicha de una buena vez: una revolución blanca, carnera e imposible.


Fue entonces que apareció, en el horizonte, venido de la batalla del Cabildo, de la nada, Ernestito Cucurtú San Martín, y saltó con su caballo del río, el caballo nadó nadó, pero al final, fiel, cayó, y Cucurtú siguió nadando hasta llegar al barco que ya desaparecía entre sus propios bultos.

En su interior encontró durmiendo en su cama al General, a punto de morir, entonces Cucurtú se le pegó y le dijo: 
- Papá, la revolución se concretó.

San Martín abrió los ojos y lo último que vio antes de morir fueron los ojos de su hijo.
Le sonrió con una mirada fría, mientras el barco se incendiaba y se hundía en las aguas negras del Río de la Plata.


Un segundo antes se oyó un feroz estampido: el Cabildo había explotado en mil pedazos, matando a la Primera Junta y a los soldados rebeldes de Belgrano y Curcutú. ¿Los motivos? Son imposibles de establecer. 

Cucurtú, el hijo, se acercó a la cama donde muribundo el padre. Le acarició la frente y le dio un beso profundo y ambos se hundieron ante la mirada lacustre de todos los pejerreyes y sábales del río.

La revolución es un sueño eterno

-
En "La revolución es un sueño eterno" Andrés Rivera narra la historia de un sufrido Juan José Castelli durante el ocaso de la Revolución de Mayo. Nada más fuerte simbólicamente que leer (en primera persona) la historia de la voz, el gran orador, de la revolución de mayo, Castelli, con la lengua podrida, con una maldición indefinible, muriéndose él y viendo morir también la revolución de la que fue su principal portavoz.

A pesar de que a Andrés Rivera no le termino de sacar la ficha "La revolución..." es un libro recomedable, que me gustó mucho (allá, hace tiempo, cuando lo leí).

Entonces, nada mejor para este lluvioso 25 de mayo que un pasaje sobre el poder judicial en esa boca destruida, cancerosa, del Castelli narrado por Andrés Rivera:

"¿Es acaso, un tribunal, espacio legitimado por el poder, donde acusadores y reos, como si no fueran acusadores y reos, como si no simbolizaran, unos y otros, un mundo y otro, deben dirimir qué es lo justo y qué lo arbitrario, qué lo perverso y qué lo digno? Aseguro a los señores jueces e investigadores que sé algo de procesos y sentencias, y que si no me río de las generosas definiciones que mereció mi corazón, y de la facilidad con que antiguos camaradas de claustros y éxtasis y leches derramadas podían pervertirme, y tampoco me río de algunos tribunales -sin ánimo de ofender al aquí constituido y a los que, sin duda, seguirán constituyéndose- es porque tengo la boca lacerada, y porque la boca y la lengua laceradas me duelen cuando río y, además, boca y lengua exhalan una pestilencia que, si río, profanaría este augusto recinto de la ley".

Salud y viva la patria!

Publicado originalmente acá
2009-05-25 22:07

jueves, 24 de mayo de 2012

Simone Weil: Al decir "creo" quiero expresar...


Ojos y hojas en el suelo - Embalse RT 2012
Este texto de Simone Weil, titulado -seguramente por las editoras- "Último texto", resume algunas reflexiones sobre religión de una creyente y practicante tan ferviente como inteligente, tan comprometida como apasionada, pero al mismo tiempo es un texto sobre el pensar con el creer, sobre el creer desde el pensar y sobre las instituciones del creer y del pensar. Lo que se dice puede ser aplicado a otras instituciones tanto de la "Fe" y como de la "Razón". Simplemente fundamental. Hoy lo vemos y discutimos en el curso de Estudios Críticos del Derecho. Lo dejamos por acá. Está publicado en "Pensamientos desordenados" (Ed. Trotta, 1995). Salut!

Último texto (1943)
Simone Weil

Creo en Dios, en la trinidad, en la encarnación, en la redención, en la eucaristía, en las enseñanzas del evangelio.

Al decir “creo” quiero expresar, no que hago mío lo que la Iglesia dice sobre estos puntos para afirmarlo como se afirman hechos de la experiencia o teoremas de geometría, sino que me adhiero por amor a la verdad perfecta, inaprehensible, encerrada en el interior de estos misterios y que trato de abrirle mi alma para dejar penetrar su luz en mí.

No reconozco a la Iglesia ningún derecho a limitar las operaciones de la inteligencia o las iluminaciones del amor en el dominio del pensamiento.

Le reconozco la misión, como depositaria de los sacramentos y conservadora de los textos sagrados, de dar directrices sobre algunos puntos esenciales, pero sólo a título de indicación para los fieles.

No le reconozco el derecho a imponer los comentarios con que rodea los misterios de la fe como si fueran la propia verdad; mucho menos aún el de utilizar, para imponerlos, el miedo y la amenaza con privar de los sacramentos.

Para mí, un desacuerdo aparente o real con la enseñanza de la Iglesia en el esfuerzo de reflexión es solamente motivo para suspender durante un tiempo el juicio con objeto de desarrollar al máximo posible el examen, la atención y las dificultades, antes de atreverse a afirmar nada. Pero eso es todo.

Aparte de esto, medito todos los problemas relativos al estudio comparado de las religiones, su historia, la verdad contenida en cada una de ellas, las relaciones de la religión con las formas profanas de búsqueda de la verdad y con el conjunto de la vida profana, así como la significación misteriosa de los textos y las tradiciones del cristianismo; todo ello sin ninguna preocupación por el posible acuerdo o desacuerdo con la enseñanza dogmática de la Iglesia.

Sabiéndome falible, sabiendo que todo el mal que por cobardía permito subsista en mi alma debe generar en ella una cantidad proporcional de mentira y error, dudo, en cierto sentido, hasta de las cosas que me parecen más manifiestamente evidentes.

Pero esta duda alcanza en igual grado a todos mis pensamientos, tanto a los que están en concordancia con la enseñanza de la Iglesia, como a los que están en desacuerdo con ella.

Espero y deseo permanecer firmemente en esta actitud hasta la muerte.

Tengo la certeza de que estas palabras no encierran ningún pecado. Sería pensando de otra forma como cometería un crimen contra mi vocación, que exige una probidad intelectual absoluta.

No puedo discernir ningún móvil humano o demoníaco que pudiera ser causa de una actitud así, actitud que no puede producir más que penas, desasosiego moral y aislamiento.

El orgullo, en particular, no puede ser su causa, pues no hay nada que pueda halagar al orgullo en el hecho de ser a los ojos de los increyentes un caso patológico al mostrar adhesión a dogmas absurdos sin contar con la excusa de sufrir una presión social, y en el de inspirar a los católicos la benevolencia protectora y un poco desdeñosa del que ya ha llegado hacia aquel que está en camino.

No viendo, pues, ninguna razón para rechazar el sentimiento que está en mí, permanezco en esa actitud por obediencia a Dios; si la modificara, ofendería a Dios, ofendería a Cristo, que dijo: “Yo soy la Verdad”.

Por otra parte, experimento desde hace ya mucho tiempo un deseo intenso y perpetuamente creciente de la comunión.

Si se miran los sacramentos como un bien, si yo misma los miro así, si los deseo y si se me niegan sin que haya falta alguna por mi parte, no es posible que no haya ahí una cruel injusticia.

Y si se me concede el bautismo, estando en la actitud en la que persevero, se rompería entonces con una rutina de al menos diecisiete siglos.

Si esta ruptura es justa y deseable, si hoy precisamente es de una urgencia vital para la salvación del cristianismo —esto es manifiesto a mis ojos— haría falta que se llevase a cabo, para la Iglesia y para el mundo, de una manera patente y no por iniciativa aislada de un sacerdote que administra un bautismo oscuro e ignorado.

Por este motivo y por otros semejantes, jamás he hecho hasta ahora petición formal del bautismo a un sacerdote. Tampoco ahora la hago.

Sin embargo, siento la necesidad, no abstracta sino práctica, real, urgente, de saber si en caso de que lo pidiera, me sería concedido o denegado.

[La Iglesia tendría un medio sencillo de procurarse lo que para ella misma y para la humanidad sería la salvación.

Debería reconocer que las definiciones de los concilios sólo tiene significado en relación a su entorno histórico.

Este entorno es imposible de conocer para el no especialista y a menudo incluso para el especialista a causa de la falta de documentos.

Entonces, los anathema sit pertenecerían nada más a la historia. Carecerían de valor en la actualidad.

De hecho se los considera así, pues nunca se exige a un adulto como condición para su bautismo haber leído el Manual de las decisiones y símbolos de los concilios. Un catecismo no es su equivalente, pues no incluye todo lo que es técnicamente “de fe estricta”, y contiene cosas que no lo son.

Por otra parte, es imposible descubrir, preguntando a los sacerdotes, lo que es y lo que no es “de fe estricta”.

Bastaría, pues, con proclamar oficialmente lo que ya es más o menos realidad en la práctica: que una adhesión de corazón a los misterios de la trinidad, la encarnación, la redención, la eucaristía y el carácter revelado del Nuevo Testamento, es la única condición para el acceso a los sacramentos.

En este caso, la fe cristiana, sin peligro de que la Iglesia ejerciera tiranía alguna sobre los espíritus, podría ser colocada en el centro de la vida profana y de cada una de las actividades que la componen, impregnando todo, absolutamente todo, con su luz.

Vía única de salvación para los desdichados hombres de hoy.]

martes, 22 de mayo de 2012

Todo tipo penal da lugar...


Con todo el respeto a los más preparada/os juristas que llevan adelante la reforma del Código Penal -y algo aplicable a los reformadores del Código Civil también- les queríamos recordar desde este blog lo siguiente:

Todo tipo penal.... - Buenos Aires 2012 : Foto Lucas Arrimada

"Todo tipo penal da lugar a una criminalización selectiva".

Sólo por las dudas y un poco dialogando muy amablemente con la idea que afirma que cambiar las palabras de un código va a transformar arraigadas prácticas políticas, judiciales y/o policiales (por ejemplo, acá). Para poner en duda eso y matizar las expectativas. Nada más. Eso. Salud!!

lunes, 21 de mayo de 2012

Debate: Reforma constitucional


Demoliendo hoteles, demoliendo estructuras - Embalse 2012
Seguimos lejos y con problemas de conectividad, pero rápidamente subimos estas dos notas de P12 para después comentarlas. Resalto algunas cosas de forma arbitraria. No asumir que -necesariamente- coincido con lo que resalto, por favor. Volveremos para hacer los pequeños contrapuntos. Mientras tanto leemos las notas por acá.


Los caminos posibles de una reforma
Prolegómenos de un debate
Por Carlos Raimundi *

“Constituir la unión nacional”, “afianzar la justicia”, “consolidar la paz interior”, “proveer a la defensa común”, “promover el bienestar general” y “asegurar los beneficios de la libertad”, son contenidos del Preámbulo de nuestra Constitución nacional que no deben remitir a generalidades, sino a los cimientos de nuestra organización como sociedad. A ellos podríamos agregar otros valores, que, por implícitos, no son menos importantes, como el pacto previsional (según el cual los aportes de una generación anterior sustentan el retiro laboral de los jubilados de hoy, y el aporte de la generación presente sustentará nuestro retiro), el pacto financiero (según el cual el dinero depositado en los bancos sigue siendo nuestro) y el pacto tributario (según el cual nuestros impuestos son devueltos en salud, educación, justicia y seguridad de calidad).

Al cabo de casi tres décadas de ajuste prácticamente ininterrumpido, aquellos valores fundantes y pactos organizadores de nuestra comunidad resultaron lisa y llanamente destrozados. Por eso, el primer acuerdo de seriedad a dejar sentado para el debate sobre una reforma constitucional es la profundidad de lo que estamos hablando. No se trata de prolongar un mandato presidencial, sino de consolidar la trabajosa reconstrucción de los principios fundadores de nuestra condición nacional y de los nuevos derechos que de ellos derivan. Cualquier utilización rastrera del tema será demostrativa de la bajeza de las intenciones de quien lo pretenda.

Este no es un debate entre republicanos defensores de la libertad y populistas anacrónicos y salvajes. Hay un discurso de los poderes fácticos, que ha calado muy hondo en ese sentido, debido a la profunda horadación cultural que ejercieron hasta 2003. Sin embargo, muchos que se dicen republicanos justificaron bombardeos y proscripciones, golpes de Estado, desapariciones y muertes, que nada tienen que ver con la república, sino más bien con la intención de aniquilar aquellas experiencias políticas que osaron afectar sus intereses.

Rechazamos de plano, pues, que estos factores de poder, junto a aquellos políticos que operan, voluntariamente o no, como sus portavoces, opinen desde el pedestal de la república. La libertad de expresión absoluta, la eliminación de los delitos de calumnias e injurias para el periodismo, la no criminalización de la protesta social, las garantías procesales a los genocidas, la vía política y legislativa para la confrontación de intereses profundamente divergentes –como sucediera con la Resolución 125 o el matrimonio igualitario– enmarcan el actual proceso dentro del respeto más irrestricto a las bases de la república.

El debate sobre la Reforma Constitucional tampoco es un debate entre “institucionalistas” vs. “no institucionalistas”. Nadie podría contradecir, desde la sensatez, que la Unasur y el Banco del Sur, el Estado promotor, las paritarias, la asignación universal, la movilidad jubilatoria o la presencia de la sociedad civil en un tercio de las licencias audiovisuales son instituciones fuertes. En todo caso, la pregunta sería qué tipo de instituciones se busca custodiar o qué tipo de intereses se pretende jerarquizar a través de las instituciones que consagra una Constitución.

Digresión. Debate en una reunión familiar. “¿Qué opinás de una eventual reforma constitucional?”, me interrogó alguien que simpatiza con las privatizaciones de los ’90. “Es un tema complejo”, ensayé como primera respuesta. Pero antes de que yo pudiera continuar, otro asistente interfirió: “Aquí, el sistema parlamentario no funciona”. A lo que yo agregué, como último ¿aporte?, antes de que finalizara la conversación: “¿Qué significa que un sistema funcione?”.

Que un sistema funcione significa, brevemente, que tienda a elevar la igualdad, que dé oportunidades, que brinde herramientas que conecten a cada ciudadana y a cada ciudadano con la posibilidad de realizar sus propias decisiones de vida. Desde esa perspectiva, ¿ha funcionado el sistema argentino? ¿Puede decirse que un sistema tantas veces interrumpido mediante la violencia cívico-militar de los golpes de Estado, y que generara tanta injusticia social, y que fuera tan repudiado por la población, es un sistema, que, sin más, funciona? Y, si, evidentemente, no siempre ha funcionado, ¿tan descabellado es entablar un debate serio sobre él?

Respecto de las “Declaraciones, Derechos y Garantías”, instituciones como la integración regional, la asignación universal, las paritarias, la movilidad jubilatoria, la propiedad nacional de los recursos, la soberanía energética de la Nación, la función social de la propiedad, la necesidad de contar con un sistema tributario progresivo, la utilidad pública de los servicios audiovisuales u otras que están en debate, deberían añadirse a ese capítulo.

Por último, un párrafo sobre la remanida noción de alternancia y lo que escandaliza la posibilidad de mandatos más largos para un jefe de Estado. Primero, los regímenes parlamentarios europeos –tan “admirados” por momentos– no ponen límite a la cantidad de mandatos, en tanto éstos provienen de la voluntad popular; de todos, el principio más genuinamente democrático. Segundo, ¿quién pone límites a la reelección de autoridades en instituciones y corporaciones tanto o más influyentes que el Gobierno, como la Iglesia, las cámaras empresarias, el mundo financiero, la Sociedad Rural, las empresas multinacionales, los medios de comunicación, o, más allá de la duración de cada embajador, las políticas permanentes del Departamento de Estado?

En la mesa del poder, que es lo que realmente importa, el sillón de la autoridad política es sólo uno, entre los tantos que ocupan esos poderes fácticos y permanentes. Y es, además, el único con que las mayorías populares y los sectores sociales más débiles cuentan para ver defendidos sus intereses. Que la conducción de cada uno de aquellos poderes se mantenga durante décadas, ya sea en las mismas personas o en defensa de los mismos intereses, mientras que lo único que está obligado a rotar es la autoridad política, debilita claramente a esta última, y, con ella, a los sectores populares a los que expresa. Este es un marco conceptual –aunque no el único– desde el cual debe darse el debate sobre la alternancia, para desalentar todo escozor que el tema provoque en la oligarquía y sus voceros. Frente a toda posición dominante, ya sea económica o cultural, la neutralidad juega a favor del dominio. Hacen falta grandes decisiones para desarticular esa situación de dominio. Y si ellas generan conflicto y “crispación”, habrá que afrontarlos.

 * Diputado nacional (Nuevo Encuentro).

Las nuevas bases
Por Mario Oporto *

En mayo de hace 160 años, en el otoño chileno de 1852, Juan Bautista Alberdi publicó Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina. Más tarde lo reeditaría con ampliaciones, incluyendo un proyecto de Constitución.

Es una “obra de acción”, en la que Alberdi desarrolla el fundamento teórico del nuevo país. Impulsor de una filosofía americana, describió las particularidades económico-sociales del continente, diferenciando el desarrollo histórico de las naciones industriales del de los territorios dependientes. Se proponía construir los cimientos de una nación moderna.

Para ello apostó al desarrollo de la sociedad civil sostenida por la moral productiva. El incentivo al interés privado contribuiría a la felicidad pública. Las amplias libertades civiles, tanto de creencias como de industria y de trabajo, debían dar garantías y derechos para que los individuos desplegaran sus prácticas económicas. Este ideal contrastaba con las restricciones a la participación política; la cuestión democrática quedaba para el futuro. Para Alberdi hay un paralelismo entre libertad, igualdad y civilización. Los pueblos que quieran ser libres han de ser industriales, artistas, filósofos, morales. La democracia es un largo camino exigente y progresivo. Ese será “el programa” de la Constitución de 1853. El crecimiento económico, la aparición de nuevas clases sociales y el trasplante inmigratorio hicieron surgir el desafío de superar al modelo agroexportador por la sociedad industrial. También nacía la necesidad de democratizar la participación política y lograr mayor justicia social. El peruano Haya de la Torre, fundador del APRA, es un gran sintetizador de esas exigencias: democratización, industrialización e integración. Lo sabía el filósofo Alejandro Korn en 1925, cuando proponía “Las Nuevas Bases”.

Desde la Batalla de Caseros en adelante, reseña Korn, la Argentina ha estado supeditada a una ideología bien definida cuya síntesis más acabada son las Bases de Alberdi. Pero también se pregunta si a 70 y tantos años de distancia el problema económico no ha experimentado alguna modificación. Se interroga: “¿Acaso aún subsisten los mismos caracteres que contempló Alberdi?”. Y agrega, “para él lo fundamental era crear riqueza: hoy quizá convenga pensar también en su distribución equitativa. Los abalorios del liberalismo burgués se han vuelto algo mohosos y algunos principios jurídicos –posiblemente el de propiedad– han experimentado cierta evolución”.

Korn planteaba el problema y eso significaba poner en tela de juicio las Bases como dogma nacional. Si bien afirmaba que no podía olvidarse el factor económico como resorte pragmático de la existencia, éste debía dignificarse con el concepto ético de la justicia social. Y agregaba que si para Alberdi la cultura debía identificarse en aquel momento histórico con la destreza técnica, ya se podía imaginar como manifestación de la propia capacidad creadora en las ciencias, las artes y las letras. Para lograr la justicia social y la cultura nacional, pensaba Korn, era menester renovar los conceptos básicos con que se había forjado la Nación en la segunda mitad del siglo XIX. Es decir, las Bases de Alberdi.

Pero las Nuevas Bases no serán producto de los cambios generados por el yrigoyenismo desde su llegada al gobierno. De las amplias ideas de Alberdi, Juan Domingo Perón será su continuador. Desarrolladas las Bases argentinas para la superación agropecuaria del desierto, Perón puso las Nuevas Bases para el tiempo de la sociedad industrial moderna, latinoamericana y democrática.

En 1949 se realizó la Convención para reformar la Constitución de 1853. Su principal ideólogo fue Arturo Sampay. Un siglo después de las Bases de Alberdi, se introducían los derechos sociales, nuevos conceptos sobre la propiedad y artículos memorables para ampliar soberanía, afirmar la presencia del Estado y consolidar la cultura nacional. Era la creación del nuevo Estado Latinoamericano de Bienestar, actualizando el pacto fundante nacional a favor de los cambios que habían producido en todo el mundo la industrialización y los nuevos fenómenos sociales, laborales y económicos.

La Constitución de 1853, reformada en 1860, 1866 y 1898, fue restituida por el gobierno “de facto” denominado “Revolución Libertadora”, que la reformó nuevamente en 1957. La nueva democracia volvió a reformarla en 1994, realizada sobre las bases “filosóficas” del clima de época.

Las Bases de Alberdi fueron la propuesta teórica para pensar y construir un país basado en el libre desarrollo de los individuos. Perón y Sampay, con su obra constitucionalista, desarrollaron la teoría de una sociedad moderna basada en la democracia social. El progreso, los logros igualitarios y la ampliación de soberanía y derechos alcanzados desde el 2003, y plasmados en importantes leyes, merecen constitucionalizarse. Es hora de pensar, como pregonaba Alejandro Korn, las Nuevas Bases. 

* Diputado nacional (FpV).

jueves, 17 de mayo de 2012

20 años de Corte Constitucional: Aciertos y Desaciertos


Una corte, varios conductores - Embalse 2012
Estamos en la siempre preciosa ciudad de Medellín, caminando el verde campus de la U. de Medellín, a punto de participar en la Jornada sobre los 20 años de la Corte Constitucional junto al gran colega paraguayo Daniel Mendonca, la Magistrada de la Corte Constitucional María Victoria Calle Correa y el profesor francés Eric Millard, discutiendo sobre Cortes y el nuevo derecho constitucional. Obviamente no podemos dejar de mencionar a todos los amigos y amigas que tenemos por acá, la mayoría grandes autores y profesores de varias universidades de Medellín y/o Bogotá: Mabel Londoño, Andrés Botero, Mauricio Gallo, Luis Ociel Castaño Zuluaga, John Restrepo, Fernando García,  Roberto Borda y varias alumnxs y exalumnos de grado/posgrado que se han acercado a saludar y conversar.

Deudas: Hay varias deudas pendientes del blog como comentar, largo y tendido, el increíble I Encuentro de Estudiantes de Derecho organizado por la Revuelta/Bisagra en Embalse Río Tercero que no pudo ser mejor organizado tanto académica como extra-académicamente. Hay fotos y muy buenas sobre eso! Pronto!

Adjunto el programa con lo que se destacó!







IX SEMINARIO INTERNACIONAL DE DERECHO PÚBLICO


20 AÑOS DE CORTE CONSTITUCIONAL: ACIERTOS Y DESACIERTOS


GRUPO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Categoría A1 de Colciencias

Maestría en derecho
Universidad de Medellín


16 y 17 de mayo de 2012

Auditorio Bloque Administrativo “Héctor Ospina Botero”
Universidad de Medellín


PROGRAMA ACADÉMICO

MIÉRCOLES 16 DE MAYO

MODULO I: El acierto institucional

8:30-9:00: Dos décadas de protección de derechos
Fernando Cepeda, Universidad de los Andes (Colombia)

9:00-9:30: La defensa de los derechos del Estado
                       Fernando Carrillo, Director de la Defensoría del Estado (Colombia)

9:30-10:00   REFRIGERIO

10:00-10:30: La protección de los derechos de la familia
Yadira Alarcón Palacio, Universidad Javeriana (Colombia)

10:30-11:00: La defensa de los derechos sociales: el derecho al aborto,
Carlos Mario Molina Betancur (Colombia)

11:00-12:00  PRIMER PANEL DE DISCUSIÓN  

Dos décadas de protección derechos: Directora Mabel Londoño

Alejandro Ordoñez Maldonado
Carlos Mario Molina Betancur
Mauricio García Villegas
Yadira Alarcón Palacio

12:00-12:30  CONCLUSIONES

12:30-14:30   RECESO

MODULO II: La recepción Judicial


14:30-15:00 Sistema económico y Constitución,
Roberto Borda Ridao, Universidad Javeriana (Colombia)

15:30-15:30 Supremacía de precedentes emanados de Cortes con igual jerarquía. Fernando García, Universidad del Rosario (Colombia)


15:30-16:00  REFRIGERIO


16:00-16:30  La función social de la propiedad,
Francisco Ternera Barrios, Universidad del Rosario (Colombia)

16:30-17:00  La constitucionalización del derecho civil,
Jorge Parra Benítez (Colombia)


17:00-18:00 SEGUNDO PANEL DE DISCUSION


El choque de trenes: Director: Fabricio Mantilla Espinosa

Roberto Borda Ridao
Fernando García
Francisco Ternera Barrios
Jorge Parra Benítez

17:30-18:00  CONCLUSIONES


JUEVES 17 DE MAYO

MODULO III: La percepción doctrinal



8:30-9:00 La decisión judicial,
Javier Tamayo Jaramillo (Colombia)

9:00-9:30   Corte Constitucional y Derecho Internacional Humanitario,
Jean Carlo Mejía Azuero (Colombia)

9:30-10:00  REFRIGERIO


10:00-10:30 Justicia constitucional y justicia administrativa,
Fernando Peláez Arango, Universidad de Medellín (Colombia)

10:30-11:00 Justicia constitucional y contratación,
Luis Alonso Rico Puerta, Universidad de Medellín (Colombia)


11:00-12:00 TERCER PANEL DE DISCUSION

El nuevo derecho jurisprudencial: Director: Andrés Botero Bernal

Javier Tamayo Jaramillo
Jean Carlo Mejía Azuero
Fernando Peláez Arango
Luis Alonso Rico Puerta


12:00-12:30 CONCLUSIONES

MODULO IV: El debate internacional




14:00-14:30   La Ponderación de los derechos fundamentales,
Daniel Mendonca, Universidad Nuestra Señora de Asunción (Paraguay)

14:30-15:00 Justicia constitucional, defensa de derechos sociales y democracia. Lucas Arrimada, Universidad de Buenos Aires (Argentina)


15:00-15:30  REFRIGERIO


15:30-16:00 La teoría de la sustitución en derecho constitucional,
María Victoria Calle Correa, Magistrada Corte Constitucional (Colombia)


16:00-17:00  IV PANEL DE DISCUSION

El nuevo derecho constitucional: Director Carlos Mario Molina Betancur

Daniel Mendonca Bonett
Lucas Arrimada
Maria Victoria Calle Correa
Eric Millard

17:00-17:30 CONCURSO

17:30-18:00 CLAUSURA