miércoles, 21 de marzo de 2012

Corte Suprema: Discursos y prácticas


brindis y caracol - Baires 2010 (?)
Después de unos pocos días de inesperada ausencia volvemos recomendando el post de Gustavo Arballo que tiene un buen resumen y análisis -que comentamos allá y acá- del discurso de apertura de Lorenzetti, acá.  El texto de E. Verón, entre otros, nos hizo pensar mucho sobre los discursos y las prácticas. Mientras tanto, en este preciso momento, Urtubey parece tener una rara interpretación del Fallo de la Corte, acá. Interesante conflicto en puerta, lo seguiremos.

Recomiendo además ver atentamente el discurso de Lorenzetti -está pegado en la entrada- y ver cómo está estructurado en diferentes temas centrales para el Derecho Constitucional como Derechos Humanos, Derechos Negativos y Positivos, Civiles y Políticos y Sociales, Rol del Poder Judicial y Gobierno del Poder Judicial, Relación sociedad y Poder Judicial, Equilibrios institucionales, entre otros. Hasta el final puede ser que RL haya leído El Federalista 78 o solamente tenga la idea del ya famoso título del libro de Alexander Bickel.

Coincidimos en mucho y tenemos desacuerdos menores, no tanto con GA sino con lo dicho en el discurso de RL. Previamente, claro, aclarando que efectivamente el discurso fue muy bueno (incluso con mis desacuerdos) y Lorenzetti me parece un tipo muy inteligente para los equilibrios políticos. Esos equilibrios le permiten ser citado por oficialistas y opositores, criticando y no al oficialismo o a la oposición, y a pesar que no puede ser lo "imparcial" que quiere ser, es citado, criticado y amado por diferentes sectores del progresismo y del no-progresismo. Esa me parece su principal virtud política, como "funcionario político" si es que finalmente podemos llamarlo así.

Con la Corte, reconozco lo que hay que reconocer, con lo positivo de sus fallos como el que acaba de sacar sobre Abortos No Punibles. Me parecen esfuerzos dignos de ser reconocidos pero por otro lado hay que tener en mente el volumen de casos de la CSN. Muchos que ni conocemos porque quedan en ese número fantasma de 6000 a 10000 fallos/casos que ni leemos ni podemos leer. ¿Qué pasa ahí, 280 o fallos ejemplares pero desconocidos?

No pude hacerlo antes pero menciono cinco contrapuntos al discurso:

1. El Estado de Derecho en el Poder Judicial. La Corte, como GA dice, puede hacer política pública en todo el Poder Judicial. Puede, pero la verdad es que constitucionalmente el órgano para hacer política pública y abierta en el poder judicial es el órgano más plural (abogados, jueces, políticos, académicos y representate del PE) que es el Consejo de la Magistratura. (Art 114 CN). El órgano de Gobierno, Reglamentación, Disciplina y Administración es el Consejo, no la Corte Suprema ni su Presidente. La Reforma de 94 le sacó esa facultades, quitó la superintendencia. Y la Corte hace tiempo ha decido con su actuar y sus silencios "desequilibrar" esa tensión política nacida en los 90's y conferirse esos poderes después de la reforma del Consejo de la Magistratura de 2006. Para eso funcionó una alianza coyuntural muy fuerte.

Se puede decir que mientras en el discurso se habla de equilibrios, ahí hay un equilibrio que la Corte rompió y en su actuar parece muy "Presidencialista", si quieren. Es el presidencialismo fuera del presidencialismo. En la Corte también hay presidencialismo. Hay concentración de poderes en la Corte y el consejo de la magistratura aparece como eñ órgano debilitado. Si se quiere "una política judicial" más abierta y transparente hacia el mismo Poder Judicial eso se da en órganos colectivos y plurales. El Consejo -bien diseñado, inclusivo- podría ser eso, debería ser eso.

Quizás LA política pública a realizar en el Poder Judicial es mejorar la función judicial a través de un proceso más público y mejor de selección de juezas/ces. Eso implica: Volver a discutir el Consejo y una de sus funciones (pero no la única), proceso de selección. E implicaría reconocer que la Corte ha debilitado al Consejo para fortalecerse a sí mismo, específicamente -pero no sólo- con los recursos que maneja. 

1.b. El CIJ, es una política de comunicación muy importante, pero sería ideal que sea coordinado por un espacio colectivo más abierto (donde participan Abogados, Jueces, Políticos y Académicos) sino la Corte maneja la agenda comunicacional del espacio judicial que es un espacio donde intervienen no judiciales y otras esferas judiciales (ajenas a la CS). Por eso, al pluralismo me parece hay que llevarlo a la práctica. Ahí la representación colectiva (jueces, abogados, empleados judiciales, académicos, políticos, la sociedad) sirve más que la individual y jerárquica (la Corte). 

2. Y por eso justamente, que haga política pública en el Poder Judicial para toda el mundo judicial quizás complica el hecho que las "Políticas Públicas" que hace la Corte con sus fallos. Limitando a todo poder, como dice el discurso. Y en eso, desde el fallo "García Méndez" hasta el ambiguo e impreciso "Arriola" pasando por la decisión política de abandonar el seguimiento del fallo "Verbitsky" que impactaría contra la política de seguridad /carcelaria de Scioli me parecen decisiones contradictorias al discurso de "los derechos". Esas decisiones, entre otras. No hay más débiles que aquellos que están en la cárcel. Si la Corte tomó un habeas corpus y abrió una instancia, y después decide abandonarla, ahí me parece que contradijo su discurso directamente y frontalmente. 

3. Ni hablar de las políticas más profundas hacia dentro de la Corte. Cuántos secretarios hay en la Corte? Cuántas causas hay? Los jueces de la Corte Suprema leen lo que firman? Pueden materialmente leer y estudiar el volumen de casos que tienen? Eso también es hacer políticas públicas, comenzando por la misma institución que debe dar el ejemplo y ser modelo en un esquema centralizado.



4. Tengo que mencionar la dificultad que hay con las situaciones de Fayt y Petracchi por diferentes razones, ambos jueces que gran parte de la doctrina reconoce su trayectoria "positiva" en la Corte. Fayt está cerca de los 94 -si ya no los cumplió- y Petracchi tiene 76 lo que implica que se le aplican las generales de la ley según el artículo 99 inc. 4 que podría hacer cumplir con una audiencia en el senado o buscando una excepción judicial (que se le ha otorgado en sede judicial inferior), pero esa situación es, al menos, irregular. 

5. Finalmente, dos ideas: 5.1. Al hacer una apertura del año judicial también pueden listar todos los casos que van a decidir durante el año. La Corte Suprema de Estados Unidos, entre otras, lo hace y eso permite un poco de previsibilidad para todos y un manejo "no político" o "equilibrado" de los tiempos judiciales. Un compromiso a decidir (quizás con audiencias) casos de interés público por ejemplo. 

5.2 Sería muy positivo escuchar otras voces en la Corte y que el discurso no sea del Presidente sino de otros miembros que tienen un perfil público menos reconocido y cuyas voces no han sido casi escuchadas en el espacio público. Eso podría reforzar el hecho de "la Corte" y no de los jueces. Porque es difícil hacer funcionar como un orquesta a un grupo de solistas.

Hay muchos aspectos positivas, del discurso y de la Corte. Si tenemos que hablar de las buenas -que reconozco- lo hago, aunque también me parece que debemos marcar las contradicciones, promesas incumplidas y las aristas que hay que mejorar no sólo en el discurso sino en la práctica. Muy tranquilo estuvo el 2011 para la Corte Suprema. Quizás el 2012 sea un año para pedirle constructivamente más.

Salud!

2 comentarios:

  1. hablando de discursos y prácticas: Lorenzo tiene a su cargo la comisión de reforma del código civil y al mismo tiempo escribe sobre derecho civil, percibiendo dinero de editoriales jurídicas nada interesadas en la reforma, ya que les destrozaría el catálogo.No debería declinar la oferta de ser el prox reformador? Y en el CIJ más que presidencialismo hay monarquía absolutista...

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  2. Los matices son importantes, Miguel. Lo que señalo son tendencias, no verdades absolutas.

    El que mencionás puede ser otro punto para analizar. Efectivamente, pero igual se le aplica a varios de los Jueces Supremos que hacen actividades académicas y o políticas.

    Salutes y sigamos,
    Lucas.

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